lunes, 8 de agosto de 2011

"No puedo solo"

En la publicación pasada hablé acerca de la manera en que los representantes de los gobiernos han dejado a lado los temas verdaderamente importantes de la prevención del delito por cumplir con los intereses de los órganos políticos de los cuáles emanan, sin embrago, la deficiencia en este tema ¿es responsabilidad exclusiva de los políticos?

Durante el diálogo sostenido con el poeta Javier Sicilia en al Castillo de Chapultepec, el Presidente Felipe Calderón dijo una frase que me pareció por demás interesante y que refleja la realidad de nuestra sociedad: "No puedo solo". Esta frase demuestra que los gobernantes no son magos omnipotentes que pueden realizar cualquier actividad sin importunar a la sociedad. Demuestra, sobre todo, que para que nuestro país avance, se requieren acciones comprometidas del gobierno, pero por supuesto que también de la sociedad civil.

Ante esto, ¿qué podemos hacer nosotros como sociedad para prevenir la comisión de delitos?

En primer lugar, debemos tener claro que la prevención del delito comienza en casa. Estamos acostumbrados a quejarnos de la delincuencia, sin embargo, seguimos saliendo a las calles a comprar todo tipo de artículos apócrifos. ¿Qué acaso la piratería no es un delito? Al tolerarla y, peor aún, fomentarla, estamos fomentado la realización de conductas delictivas.

El día de hoy en su columna titulada "Importancia de la cultura cívica" publicada en el periódico El Universal, la Diputada Federal Gabriela Cuevas, Presidenta de la Comisión del Distrito Federal, manifestó:

"No es un tema menor el desarrollo de una conciencia cívica si entendemos que los delitos de alto impacto suceden por la tolerancia de infracciones administrativas y la impunidad en la persecución de delitos aparentemente menores. Este reocrrido por lo que se ha dado en llamar la "pirámide delictiva" debe frenarse a través de una recuperación de los valores en toda la base social".

Efectivamente, tal como comenta la Dip. Cuevas, es en la misma base social donde se gesta la delincuencia. Si bien es cierto que el gobierno tiene la obligación de generar políticas que impidan la comisión de los delitos, también lo es que, a pesar de que existan políticas adecuadas, si la sociedad no pone su grano de arena, éstas no servirán de nada.

Los ciudadanos mexicanos estamos acostumbrados, desgraciadamente, a creer que el gobierno es el responsable de lo que pasa en nuestro país. Creemos que podemos actuar de la manera que mejor nos parezca y que será la clase gobernante la que tendrá que arreglar lo que nosotros hagamos y mantener un ambiente de gobernabilidad. Nada más falso que esto.

Pongamos como ejemplo la ola de violencia generada por el narcotráfico. Hace algunos años, México era únicamente un país de paso, sin embargo, en virtud del desmoronamiento social y, claro está, por falta de políticas públicas, nos hemos convertido también en país de consumo. Evidentemente, este hecho ha abierto a los narcotraficantes nuevos mercados que antes no existían. Si la sociedad se hubiera empeñado en mantener la cohesión social, se hubiera ocupado en generar ambientes que no propiciaran a los jóvenes a hacer uso de sustancias tóxicas, este mercado no se hubiera generado, lo que implicaría que no exitiría un repunte tan alto en la violencia. Con esto no quiero limpiar de culpa a los gobiernos. Por supuesto que ellos son los primeros que tuvieron que poner el ejemplo generando las políticas adecuadas. El gobierno no es un mago, es un líder, pero como todo buen líder, debe ser quien ponga el ejemplo para que la población civil acate la normatividad vigente.

La corrupción es otra muestra de esto, por supuesto que para que esta conducta se despliegue se requieren dos partes: el funcionario público y la ciudadanía. La corrupción no existiría sin la tolerancia y complicidad ciudadana.

Viendo la situación actual que nuestro país está pasando, no me queda más que aceptar que ha llegado el momento en que seamos nosotros, los ciudadanos, los que aceptemos la responsabilidad de nuestros actos. Si lo hicieramos de esta manera, no tendríamos gobiernos que actúen de manera tibia ante la problemática, ya que nosotros les exigiríamos acciones concretas, pero se las exigiríamos con base en lo que nosotros estamos haciendo, teniendo el fundamento firme para hacerlo.

Recuerdo que hace ya algún tiempo tuve la oportunidad de ver en YouTube un video llamado "Nosotos los mexicanos" en el que se refleja de manera muy clara y directa la naturaleza que tenemos como pueblo y en el que se hace un llamado a decir ya basta. Me uno a ese llamado.

Debemos dejar a un lado la comodidad de querer que las cosas cambien sin que nos tengamos que ensuciar las manos. Tenemos que ponernos a trabajar cada uno dentro de nuestras respectivas esferas de poder. Así, todos juntos, podremos luchar por un País mejor. Tenemos todo lo necesario para ser una potencia mundial, solo es cuestión que nosotros como ciudadanos decidamos serlo.

Quiero terminar citando al poeta Amado Nervo, quien en su obra "En Paz" nos dejo una frase lapidaria que nos debería inspirar a todos:

"Porque miro al final de mi rudo camino, que fui yo el arquitecto de mi propio destino".

Seamos arquitectos de nuestros destinos, para poder ser los artífices del destino del México del mañana.

Benjamín Muñiz Alvarez Del Castillo
Twitter: @Benjamin_Muniz

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