viernes, 5 de agosto de 2011

La prevención del delito en colores

El 5 de agosto de 2011 se llevó a cabo en el Salón Revolución de la Secretaría de Gobernación, la Tercera Reunión Nacional con Instancias de Prevención del Delito, organizada por el Centro Nacional de Prevención del Delito y Participación Ciudadana del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, cuya titular es la Dra. Laura Carrera Lugo. De dicha reunión pude obtener las siguientes conclusiones:

En primer punto, gastamos demasiado tiempo quejándonos de la delincuencia y de la violencia, pero no hacemos nada para evitarla. Los mexicanos, en general, no tenemos la cultura de la prevención, preferimos actuar para solucionar un problema antes que evitar que el problema surga. No prevenimos en ninguna área, ni en la salud, ni en la certeza jurídica, mucho menos en la comisión de los delitos. Para muestra un botón: de las 32 Entidades Federativas que integran nuestro país, 25 han homologado sus leyes estatales de seguridad pública a la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública. De estas 25 Entidades, solamente 6 contemplan en su legislación la figura de los Centros Estatales de Prevención del Delito, de los cuáles únicamentehay 4 en operación. Es decir, de 32 Entidades Federativas de México, solamente 4 tienen políticas concretas en materia de prevención del delito.

Aunado a lo anterios, las políticas relativas a la prevención del delito que existen a nivel local no tienen un elemento de cohesión. La desgregación de políticas únicamente genera falta de resultados. Existen políticas dispares e, incluso, contradictorias. De esta manera, ¿cómo podremos obtener resultados?

Aún cuando este tipo de reuniones tienen un noble objetivo, los resultados se ven afectados por un factor predominante: los intereses políticos.

Nos encontramos con que cada Entidad Federativa, al compartir sus experiencias en este subro, utilizan un lenguaje eminentemente político. Cada gobierno local manifiesta estar bien en el punto, dar una prioridad alta al tema. Se escucha permanentemente que ésta Entidad está mejor que ésta otra, que tal tiene su Centro Local de Prevención del Delito y tales otras no.

Se hace propaganda política: que un gobernador rojo generó todoo un plan de prevención del delito; que un gobernador amarillo fue de los primeros en constituir su Centro Local de Prevención del Delito, que el gobierno federal, azul, generó toda esta política y, por lo mismo, tiene la voz de mando.

Por si esto fuera poco, los tiempos políticos no nos ayudan. Estamos a menos de 1 años de salir a las urnas a emitir nuestro voto para renovar los Poderes Ejecutivo y Legislativo Federales, además del hecho que diversos Estados, así como el Distrito Federal, renovarán también sus propios gobiernos. Este panorama abre dos grandes vertientes:

Primero, en el afán de conseguir votos para sus respectivos partidos, cada representante habla de las bondades de su sistema de gobierno. No está mal hablar de los logros, por el contrario, hacerlo es parte vital de toda democracia. Pero también lo es hablar de los errores. Maximizar los logros y minimizar los errores no solo es una manera poco ética de engañar a la ciudadanía, sino que también cierra las puertas para buscar las soluciones necesarias. En lugar de sentarnos a hablar de la problemática actual y proponer soluciones de manera conjunta, hablamos de que cada uno de nuestos estados está en el camino correcto, que actúa bien. Es políticamente más viable hablar de nuestros logros que sentarnos todos juntos, sin importar del partido del que emanemos, a trabajar para lograr soluciones que redunden en un mejor futuro para México.

La segunda vertiente es aún más compleja: la continuidad política al frente del gobierno. A estas alturas se podrán generar programas tendientes a la prevención del delito, sin embargo, nada garantiza la continuidad de los mismos. Incluso en los casos de los estados de Hidalgo, Coahuila, Estado de México, entre otros, que tienen la mayor parte de su gestión por delante, tienen un panorama complicado. El nuevo titular del Gobierno Federal podrá cambiar las prioridades de las políticas nacionales, incluso obligando a los estdos a alinearse a ellas.

Este es un problema recurrente en la historia de nuestro país. No hay continuidad. La falta de relación entre partidos y las propias fracturas internas generan que, al tener un cambio de gobierno, se destruya cualquier vestigio del anterior, tal como si se tratará de un régimen autoritario que hubiera que destruir. Simplemente se tira todo a la basura sin analizar si hay programas o políticas que puedan servir al nuevo gobierno, que sea posible incrementar a través de la continuidad. El resultado es evidente: estancamiento.

Las políticas y los programas de gobierno tienen una vida efímera. Durán únicamente una administración, ya sea trianual o sexenal, respectivamente. Inicia una administración e inicia con sus propios programas, e igualmente, al terminar la administración, terminan sus programas.

Jamás vamos a lograr que México avance si seguimos permitiéndo estos cambios. Las necesidades de nuestro País son las mismas sin importar si somos gobernados por el PAN, PRI, PRD o cualquier otro partido. Como ciudadanos debemos exigir que los partidos políticos dejen a lado sus intereses y empiecen a ver por los intereses de México.

México es más grande que cualquier político, hagamos que esto se vuelva evidente. Ya es hora de luchar por nuestro País!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario