“Quisiera decir
que son unos exagerados, que eso no pasa en México“. Estas fueron las palabras
que me dijo mi esposa el pasado lunes cuando terminamos de ver “La Dictadura
Perfecta“, una película que satiriza la relación existente entre la Presidencia
de los Estados Unidos Mexicanos y la televisión mexicana. Como toda sátira, y
gracias al sentido del humor tan negro que tenemos los mexicanos, hay escenas
que te hacen reir, pero ya que se analiza el fondo da una tristeza que no hay
palabras para describir. En esta película se trata el tema de la injerencia que
tiene “Televisión Mexicana“ en la decisiones que toma el Presidente de la
República y como manejan la información para beneficiar o perjudicar a uno u
otro actos político. Todos sabemos el poder tan fuerte que tienen los medios de
comunicación, tanto que son conocidos como “El Cuarto Poder“, pero en México,
¿en verdad son el cuarto poder? ¿Será posible acaso que sean el poder
predominante en nuestro país?
Los medios de
comunicación en nuestro país han tenido, desde mi perspectiva, cuatro etapas.
La primera de ellas ocurrió durante los gobiernos príistas en los que el
gobierno decidía cual era la información que debía darse a conocer, cual no y
cual tenía que ser creada. Bajo este esquema Televisa fue el principal
instrumento del régimen utilizando, sobre todo, a quien era la imagen principal
de sus noticieros, el periodista y abogado Jacobo Zabludovsky, quien falleció
el pasado 2 de julio a los 87 años en la Ciudad de México. Zabludovsky en su
noticiero 24 horas (el cual por cierto también es parodiado en “La Dictadura
Perfecta“) informó a la sociedad mexicana exacta y precisamente lo que el
gobierno quería. El control gubernamental sobre los medios de comunicación era
tan estricto y cerrado que cuando un periodista salía de ese control
simplemente lo mataban, tal como sucedió con el periodista de Excelsior Manuel
Buendía Tellezgirón, asesinado el 30 de mayo de 1984 y el que es considerado
como el primer crimen de la narcopolítica (www.excelsior.com.mx/nacional/2014/05/30/962316).
El crimen de Manuel Buendía fue querer hacer del conocimiento de la sociedad la
red de complicidad existente entre miembros de las bandas del narcotráfico y
los altos mandos policiales de la época. Por supuesto que la ciudadanía no
podía conocer que las personas encargadas de velar por la seguridad pública
estaban coludidas con los criminales que se encargaban de traficar con los
enervantes. Por tal motivo, José Antonio Zorrilla Pérez, entonces jefe de la
Dirección Federal de Seguridad, la temida policía política de México, le
disparó 4 balazos a quemarropa en un estacionamiento ubicado en la Avenida de
los Insurgentes y la calle Londres, donde el periodista estacionaba todos los
días su automóvil. La historia de Manuel Buendía es la misma que se puede ver
en muchos otros pariodistas que han sido víctimas de homicidios. A pesar que
esta etapa se presentó a nivel nacional con el gobierno del PRI y se vio
cortada con la llegada del PAN a la Presidencia, existen diversas entidades
federativas en las que se sigue viviendo este esquema. Tal es el caso de
Veracruz, Coahuila, entre otros.
Con la llegada de
Vicente Fox a Los Pinos llega una nueva etapa en los medios de comunicación de
nuestro país. Después de haber sido censurados, los medios de comunicación
adquirieron con Vcente Fox la tan anhelada libertad de expresión pero como
sucede muy a menudo, cuando das libertad a quien no la tenía, en lugar de
aprovecharla transitan hacia el libertinaje. Por supuesto que los medios de
comunicación tienen también la obligación de ser críticos, eso no debe dudarse,
pero con Fox en la Presidencia los medios no fueron críticos, llegaron al
extremo de atacar y humillar a la institución de la Presidencia Constitucional
de los Estados Unidos Mexicanos, claro, hay que reconocer que Fox ayudó mucho a
que esto sucediera, desde su campaña electoral se puso en manos de los medios
de comunicación y permitió bromas y burlas hacia él que pronto se vieron
trasladadas hacia la Presidencia. Como olvidar su entrevista con el Maestro
Armando Hoyos, la creación de “Los Peluches“ El Tv Azteca y “El Privilegio de
Mandar“. Se estableció como norma general una sátira abierta en contra de la
clase política nacional.
Con la llegada de
Flipe Calderón a la Silla Presidencial se abre la tercera etapa de los medios
de comunicación, una etapa más compleja que, además de dejar atrás la sátira a
la clase política voltea a ver las acciones de los gobernantes de manera crítica,
interrogando todo. Nadie podrá olvidar a Carmen Aristegui abiertamente
exigiendo explicaciones acerca de los rumores del alcoholismo de Calderón. Pero
nuevamente Televisa tuvo un papel principal en otro aspecto: la creación de una
candidatura presidencial. El tiempo que los noticieros de la Televisora de
Chapultepec dio al ese entonces Gobernador del Estado de México fue mucho mayor
que el que se dio a otros actores políticos, incluso Televisa puso a dos de sus
actrices en los spots oficiales del gobierno mexiquense: en un primer momento
Angélica Rivera y después, cuando la historia de amor entre ella y el
Gobernador se consumó con su matrimonio en la Catedral de Toluca, hicieron uso
de Lucero. La injerencia de Televisa era tan notoria que en una entrevista
realizada por la propia Aristegui a Jacobo Zabludovsky en mayo de 2012,
Aristegui le preguntó si la televisión podía hacer presidentes a lo que
Zabludovsky respondió: “La televisión es un medio de difusión y de influencia
en la opinión pública tan importante, que quizá no pueda hacer presidentes
pero, sin el apoyo de la televisión, dificilmente alguien podría ser
presidente. Ya dijo un político que se puede gobernar sin la televisión pero no
se puede gobernar contra la televisión“ (se puede consultar el audio completo
en el siguiente link: http://aristeguinoticias.com/0207/mexico/sin-tv-dificilmente-alguien-puede-ser-presidente-zabludovsky-en-cnn-audio/)
Ante esta respuesta me viene a la cabeza una de las escenas de la película “La
Dictadura Perfecta“ en la que el Gobernador Carmelo Vargas, interpretado por
Damián Alcázar dice que no le importa lo que dicen los periódicos ni las redes
sociales, nadie en México lee y no todos tienen acceso a internet, pero que lo
que la televisión dice es la verdad para los mexicanos. Nadie puede gobernar
contra la televisión, es una de las más tristes verdades con las que tenemos
que lidiar en nuestro país.
Consumado el
triunfo de Enrique Peña Nieto se abrió la cuarta etapa de los medios de
comunicación en nuestro país. Si durante los gobiernos príistas previos al
cambio democrático la televisión era instrumento del régimen, con la nueva llegada
del PRI a Los Pinos, el gobierno se convirtió en instrumento del régimen. En
caso que no lo crean así es cuestión únicamente de ver los millones que recibe
Televisa por concepto de comunicación social de Presidencia. Para Televisa
Enrique Peña Nieto es una mina de oro, es su Golden Boy y ha hecho hasta lo
imposible para buscar que su imagen se vea tan lastimada gracias a las
francamente malas políticas de gobierno que ha llevado a cabo. Para muestra un
botón: Peña prometió en campaña que ya no habría mas gasolinazos, promesa que
ha incumplido una y otra vez. Televisa no ha hecho notorio este incumplimiento.
Peña prometió terminar con la violencia, promesa que tampoco ha cumplido. ¿Qué
ha dicho Televisa al respecto? Nada. La inversión de Televisa en la creación de
una candidatura y su arribo a la Casa Presidencial no puede ser descuidada y
para ello también se encargan de generar un entorno de odio a todos aquellos
periodistas que pueden ser una piedra en el zapato del gobierno, como la propia
Aristegui al sacar a la luz pública el tema de la Casa Blanca de las Lomas, las
casas de los funcionarios del gabinete también obtenidas a través de Grupo
Higa, así como el escandalo por el incumplimiento en el tren rápido de la
Ciudad de México a Querétaro que también, curiosamente, involucra a Grupo Higa
el cual amazó una fortuna desde los tiempos de Peña como Gobernador del Estado
de México.
“Lo que dice la
televesión es la verdad para los mexicanos“. Si Televisa dice que estamos bien,
entonces estamos bien. Se le dio más difusión a los muertos de Calderón que a
la instalación de un Hospital público y gratuito que atendería el cáncer.
México estaba hundido en muertes, hoy con Peña ya no porque Televisa no dice
que haya muertos. Espero que algún día la ciudadanía entienda que el hecho que
no se hable de un tema no quiere decir que éste no existe. Según estudios
prospectivos, si el gobierno de Peña continua con la política que hasta el
momento ha llevado a cabo, al finalizar su sexenio habrá más muertes por
narcotráfico que las que hubo durante el sexenio de Calderón. Pero como
Televisa no habla de este tema, seguramente esto es una mentira.
¿Qué podemos
hacer? ¿Qué nos queda como mexicanos? La respuesta no es sencilla. Es innegable
el poder que tienen los medios de comunicación. Cuando quieren que algo no
salga a la luz o no afecte tanto lanzan, o incluso crean otras noticias como
cortina de humo para desviar la atención del público, lo que en “La Dictadura
Perfecta“ llaman “La Caja China“. Entonces, ¿podemos confiar en los medios de
comunicación de nuestro país? Honestamente lo dudo. Salvo algunas excepciones.
Creo que Aristegui era de lo mejor en medios de comunicación pero tampoco
podemos negar que es visceral y tendensiosa, lo que indudablemente afecta la
veracidad de la información proporcionada. Las redes sociales pueden ser un
gran instrumento para conocer la realidad aunque hay que ir con cuidado porque
también existe mucha información falsa. Tener acceso a medios de comunicación
extranjeros es también un gran apoyo, a pesar que la información también puede
estar maleada de acuerdo a las conveniencias políticas del país de cuya prensa
consultemos. Desde mi opinión no hay nada mejor que hacer que abrir los ojos,
ser críticos, analizar lo que se nos pone frente a nosotros y ver si la
historia que se está diciendo es o no factible. Analicemos datos duros, no
chismes. Que si Peña tiene cáncer, que si Calderón era alcoholico, son temas
que no tenemos la manera de comprobarlos, pero que si la economía está mejor
hoy que hace un año, eso si podemos verlo y comprobarlo, que si la canasta
básica alcanza más hoy que ayer es comprobable. Si los índices delictivos han
disminuido o no también lo podemos saber de primera mano. El punto más
importante es precisamente que no creamos ciegamente lo que se nos dice. Basta
ver que las televisores tienen tanto impacto que hasta a la Selección Mexicana
de Futbol han metido en esta inercia. ¿Quieren controlar a la ciudadanía?
Pongan un partido de México y van a ver como todos se quedan callados. Y a
parte nos sirve de terapia. Sacamos contra la Selección todo lo que tenemos
contra el gobierno al grado tal que se ha hecho famosa la frase “si los
mexicanos le exigiéramos a nuestro gobierno lo que le exigimos a la Selección,
seríamos primer mundo“.
Es evidente que
al gobierno le conviene mantener un control sobre la información, solamente de
esta manera puede mantener un control total sobre la ciudadanía pero depende de
nosotros salir de esa zona de confort, confrontar la información que recibimos,
analizar los datos y decidir por nosotros mismos, acopiando información veraz,
que no esté maquillada por los deseos de quienes ostentan el poder en nuestro
país. La finalidad de los medios de comunicación no se ha cumplido en México,
solamente manejan los datos a su interés y conveniencia. La veracidad es lo que
menos les importa. Me quedo con una frase que refleja la responsabilidad que
deben tener los medios de comunicación. Esta frase la encontré en la película
“¿Conoces a Joe Black?“. William Parrish, magnate de las noticias, interpretado
por Anthony Hopkins, le dice a su Consejo de Directores el motivo de dedicarse
a dar noticias. Ojalá algún día las personas que dan las noticias en México
puedan entender la profundidad de estas palabras: “Quería llevar las noticias al mundo y quería hacerlo con la verdad.
Mientras más nos conocemos, más posibilidades tenemos de sobrevivir […]
Reportar las noticias es un gran privilegio y responsabilidad”.
Benjamín Muñiz Álvarez Del Castillo
Twitter: @Benjamin_Muniz
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