lunes, 6 de julio de 2015

La Dictadura Perfecta

“Quisiera decir que son unos exagerados, que eso no pasa en México“. Estas fueron las palabras que me dijo mi esposa el pasado lunes cuando terminamos de ver “La Dictadura Perfecta“, una película que satiriza la relación existente entre la Presidencia de los Estados Unidos Mexicanos y la televisión mexicana. Como toda sátira, y gracias al sentido del humor tan negro que tenemos los mexicanos, hay escenas que te hacen reir, pero ya que se analiza el fondo da una tristeza que no hay palabras para describir. En esta película se trata el tema de la injerencia que tiene “Televisión Mexicana“ en la decisiones que toma el Presidente de la República y como manejan la información para beneficiar o perjudicar a uno u otro actos político. Todos sabemos el poder tan fuerte que tienen los medios de comunicación, tanto que son conocidos como “El Cuarto Poder“, pero en México, ¿en verdad son el cuarto poder? ¿Será posible acaso que sean el poder predominante en nuestro país?
Los medios de comunicación en nuestro país han tenido, desde mi perspectiva, cuatro etapas. La primera de ellas ocurrió durante los gobiernos príistas en los que el gobierno decidía cual era la información que debía darse a conocer, cual no y cual tenía que ser creada. Bajo este esquema Televisa fue el principal instrumento del régimen utilizando, sobre todo, a quien era la imagen principal de sus noticieros, el periodista y abogado Jacobo Zabludovsky, quien falleció el pasado 2 de julio a los 87 años en la Ciudad de México. Zabludovsky en su noticiero 24 horas (el cual por cierto también es parodiado en “La Dictadura Perfecta“) informó a la sociedad mexicana exacta y precisamente lo que el gobierno quería. El control gubernamental sobre los medios de comunicación era tan estricto y cerrado que cuando un periodista salía de ese control simplemente lo mataban, tal como sucedió con el periodista de Excelsior Manuel Buendía Tellezgirón, asesinado el 30 de mayo de 1984 y el que es considerado como el primer crimen de la narcopolítica (www.excelsior.com.mx/nacional/2014/05/30/962316). El crimen de Manuel Buendía fue querer hacer del conocimiento de la sociedad la red de complicidad existente entre miembros de las bandas del narcotráfico y los altos mandos policiales de la época. Por supuesto que la ciudadanía no podía conocer que las personas encargadas de velar por la seguridad pública estaban coludidas con los criminales que se encargaban de traficar con los enervantes. Por tal motivo, José Antonio Zorrilla Pérez, entonces jefe de la Dirección Federal de Seguridad, la temida policía política de México, le disparó 4 balazos a quemarropa en un estacionamiento ubicado en la Avenida de los Insurgentes y la calle Londres, donde el periodista estacionaba todos los días su automóvil. La historia de Manuel Buendía es la misma que se puede ver en muchos otros pariodistas que han sido víctimas de homicidios. A pesar que esta etapa se presentó a nivel nacional con el gobierno del PRI y se vio cortada con la llegada del PAN a la Presidencia, existen diversas entidades federativas en las que se sigue viviendo este esquema. Tal es el caso de Veracruz, Coahuila, entre otros.
Con la llegada de Vicente Fox a Los Pinos llega una nueva etapa en los medios de comunicación de nuestro país. Después de haber sido censurados, los medios de comunicación adquirieron con Vcente Fox la tan anhelada libertad de expresión pero como sucede muy a menudo, cuando das libertad a quien no la tenía, en lugar de aprovecharla transitan hacia el libertinaje. Por supuesto que los medios de comunicación tienen también la obligación de ser críticos, eso no debe dudarse, pero con Fox en la Presidencia los medios no fueron críticos, llegaron al extremo de atacar y humillar a la institución de la Presidencia Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, claro, hay que reconocer que Fox ayudó mucho a que esto sucediera, desde su campaña electoral se puso en manos de los medios de comunicación y permitió bromas y burlas hacia él que pronto se vieron trasladadas hacia la Presidencia. Como olvidar su entrevista con el Maestro Armando Hoyos, la creación de “Los Peluches“ El Tv Azteca y “El Privilegio de Mandar“. Se estableció como norma general una sátira abierta en contra de la clase política nacional.
Con la llegada de Flipe Calderón a la Silla Presidencial se abre la tercera etapa de los medios de comunicación, una etapa más compleja que, además de dejar atrás la sátira a la clase política voltea a ver las acciones de los gobernantes de manera crítica, interrogando todo. Nadie podrá olvidar a Carmen Aristegui abiertamente exigiendo explicaciones acerca de los rumores del alcoholismo de Calderón. Pero nuevamente Televisa tuvo un papel principal en otro aspecto: la creación de una candidatura presidencial. El tiempo que los noticieros de la Televisora de Chapultepec dio al ese entonces Gobernador del Estado de México fue mucho mayor que el que se dio a otros actores políticos, incluso Televisa puso a dos de sus actrices en los spots oficiales del gobierno mexiquense: en un primer momento Angélica Rivera y después, cuando la historia de amor entre ella y el Gobernador se consumó con su matrimonio en la Catedral de Toluca, hicieron uso de Lucero. La injerencia de Televisa era tan notoria que en una entrevista realizada por la propia Aristegui a Jacobo Zabludovsky en mayo de 2012, Aristegui le preguntó si la televisión podía hacer presidentes a lo que Zabludovsky respondió: “La televisión es un medio de difusión y de influencia en la opinión pública tan importante, que quizá no pueda hacer presidentes pero, sin el apoyo de la televisión, dificilmente alguien podría ser presidente. Ya dijo un político que se puede gobernar sin la televisión pero no se puede gobernar contra la televisión“ (se puede consultar el audio completo en el siguiente link: http://aristeguinoticias.com/0207/mexico/sin-tv-dificilmente-alguien-puede-ser-presidente-zabludovsky-en-cnn-audio/) Ante esta respuesta me viene a la cabeza una de las escenas de la película “La Dictadura Perfecta“ en la que el Gobernador Carmelo Vargas, interpretado por Damián Alcázar dice que no le importa lo que dicen los periódicos ni las redes sociales, nadie en México lee y no todos tienen acceso a internet, pero que lo que la televisión dice es la verdad para los mexicanos. Nadie puede gobernar contra la televisión, es una de las más tristes verdades con las que tenemos que lidiar en nuestro país.
Consumado el triunfo de Enrique Peña Nieto se abrió la cuarta etapa de los medios de comunicación en nuestro país. Si durante los gobiernos príistas previos al cambio democrático la televisión era instrumento del régimen, con la nueva llegada del PRI a Los Pinos, el gobierno se convirtió en instrumento del régimen. En caso que no lo crean así es cuestión únicamente de ver los millones que recibe Televisa por concepto de comunicación social de Presidencia. Para Televisa Enrique Peña Nieto es una mina de oro, es su Golden Boy y ha hecho hasta lo imposible para buscar que su imagen se vea tan lastimada gracias a las francamente malas políticas de gobierno que ha llevado a cabo. Para muestra un botón: Peña prometió en campaña que ya no habría mas gasolinazos, promesa que ha incumplido una y otra vez. Televisa no ha hecho notorio este incumplimiento. Peña prometió terminar con la violencia, promesa que tampoco ha cumplido. ¿Qué ha dicho Televisa al respecto? Nada. La inversión de Televisa en la creación de una candidatura y su arribo a la Casa Presidencial no puede ser descuidada y para ello también se encargan de generar un entorno de odio a todos aquellos periodistas que pueden ser una piedra en el zapato del gobierno, como la propia Aristegui al sacar a la luz pública el tema de la Casa Blanca de las Lomas, las casas de los funcionarios del gabinete también obtenidas a través de Grupo Higa, así como el escandalo por el incumplimiento en el tren rápido de la Ciudad de México a Querétaro que también, curiosamente, involucra a Grupo Higa el cual amazó una fortuna desde los tiempos de Peña como Gobernador del Estado de México.
“Lo que dice la televesión es la verdad para los mexicanos“. Si Televisa dice que estamos bien, entonces estamos bien. Se le dio más difusión a los muertos de Calderón que a la instalación de un Hospital público y gratuito que atendería el cáncer. México estaba hundido en muertes, hoy con Peña ya no porque Televisa no dice que haya muertos. Espero que algún día la ciudadanía entienda que el hecho que no se hable de un tema no quiere decir que éste no existe. Según estudios prospectivos, si el gobierno de Peña continua con la política que hasta el momento ha llevado a cabo, al finalizar su sexenio habrá más muertes por narcotráfico que las que hubo durante el sexenio de Calderón. Pero como Televisa no habla de este tema, seguramente esto es una mentira.
¿Qué podemos hacer? ¿Qué nos queda como mexicanos? La respuesta no es sencilla. Es innegable el poder que tienen los medios de comunicación. Cuando quieren que algo no salga a la luz o no afecte tanto lanzan, o incluso crean otras noticias como cortina de humo para desviar la atención del público, lo que en “La Dictadura Perfecta“ llaman “La Caja China“. Entonces, ¿podemos confiar en los medios de comunicación de nuestro país? Honestamente lo dudo. Salvo algunas excepciones. Creo que Aristegui era de lo mejor en medios de comunicación pero tampoco podemos negar que es visceral y tendensiosa, lo que indudablemente afecta la veracidad de la información proporcionada. Las redes sociales pueden ser un gran instrumento para conocer la realidad aunque hay que ir con cuidado porque también existe mucha información falsa. Tener acceso a medios de comunicación extranjeros es también un gran apoyo, a pesar que la información también puede estar maleada de acuerdo a las conveniencias políticas del país de cuya prensa consultemos. Desde mi opinión no hay nada mejor que hacer que abrir los ojos, ser críticos, analizar lo que se nos pone frente a nosotros y ver si la historia que se está diciendo es o no factible. Analicemos datos duros, no chismes. Que si Peña tiene cáncer, que si Calderón era alcoholico, son temas que no tenemos la manera de comprobarlos, pero que si la economía está mejor hoy que hace un año, eso si podemos verlo y comprobarlo, que si la canasta básica alcanza más hoy que ayer es comprobable. Si los índices delictivos han disminuido o no también lo podemos saber de primera mano. El punto más importante es precisamente que no creamos ciegamente lo que se nos dice. Basta ver que las televisores tienen tanto impacto que hasta a la Selección Mexicana de Futbol han metido en esta inercia. ¿Quieren controlar a la ciudadanía? Pongan un partido de México y van a ver como todos se quedan callados. Y a parte nos sirve de terapia. Sacamos contra la Selección todo lo que tenemos contra el gobierno al grado tal que se ha hecho famosa la frase “si los mexicanos le exigiéramos a nuestro gobierno lo que le exigimos a la Selección, seríamos primer mundo“.
Es evidente que al gobierno le conviene mantener un control sobre la información, solamente de esta manera puede mantener un control total sobre la ciudadanía pero depende de nosotros salir de esa zona de confort, confrontar la información que recibimos, analizar los datos y decidir por nosotros mismos, acopiando información veraz, que no esté maquillada por los deseos de quienes ostentan el poder en nuestro país. La finalidad de los medios de comunicación no se ha cumplido en México, solamente manejan los datos a su interés y conveniencia. La veracidad es lo que menos les importa. Me quedo con una frase que refleja la responsabilidad que deben tener los medios de comunicación. Esta frase la encontré en la película “¿Conoces a Joe Black?“. William Parrish, magnate de las noticias, interpretado por Anthony Hopkins, le dice a su Consejo de Directores el motivo de dedicarse a dar noticias. Ojalá algún día las personas que dan las noticias en México puedan entender la profundidad de estas palabras: “Quería llevar las noticias al mundo y quería hacerlo con la verdad. Mientras más nos conocemos, más posibilidades tenemos de sobrevivir […] Reportar las noticias es un gran privilegio y responsabilidad”.

Benjamín Muñiz Álvarez Del Castillo

Twitter: @Benjamin_Muniz

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