En las últimas semanas se ha venido dando el proceso legislativo con el que se busca reformar la educación en México. Nace un poco de la promesa de campaña del hoy presidente Andrés López de dar marcha atrás a lo que él ha denominado como "la mal llamada reforma educativa".
Durante el proceso legislativo, la contrareforma educativa fue aprobada por mayoría calificada de votos en la Cámara de Diputados el pasado jueves 25 de abril, con 356 votos a favor, 61 en contra y dos abstenciones, con el voto en contra de toda la fracción parlamentaria de Acción Nacional, 12 de Morena, 6 del PRI, 1 del PT y dos "sin partido". En el texto aprobado, se estableció como artículo Décimo Sexto Transitorio "con la entrada en vigor de las presentes disposiciones, los derechos laborales de los trabajadores al servicio de la educación, se regirán por el artículo 123 constitucional Apartado B. Con fundamento en este Decreto, la admisión, promoción y reconocimiento se regirán por la Ley reglamentaria del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros". Este texto fue el que generó la votación en contra del PAN. ¿La razón? A decir de su coordinador, Juan Carlos Romero Hicks refirió que el artículo transitorio en comento es peligrosísismo y que no era objeto de la materia, y que, a pesar de buscar precisar el alcance del régimen laboral, solo logra confundir, abriendo la puerta a que sean introducidas prácticas que puedan consolidar la corrupción, la venta de plazas y el tráfico de personas.
Por su parte, quien más luchó por conservar este régimen laboral y, consecuentemente, quien más batalló en contra de las evaluaciones "punitivas" fue la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), específicamente su sección 22 con sede en Oaxaca. Wilmer Santiago, vocero de dicha sección estuvo muy activo en diversos medios de comunicación, amedrentando tanto al gobierno como a los legisladores, amenazando con ejecutar un paro nacional y manifestando que el magisterio permanecerá en resistencia un sexenio más. De todo este embrollo, esto es lo que más me llama la atención.
Escuché en repetidas ocasiones y en diferentes medios de comunicación las entrevistas concedidas por Santiago. Su único punto de reproche era el régimen laboral y la posibilidad de que los maestros que no pasaran las evaluaciones fueran cesados. Nunca lo escuché hablar respecto al contenido de los programas de estudios, ni la calidad que éstos deben tener, ni las necesidades de los educandos. No. Todo su enojo es contra la evaluación docente.
No voy a negar, como nunca lo he hecho, que en lo personal apoyo la evaluación. Se está poniendo el futuro del país en las manos del sistema educativo, sistema al que se le otorga la enorme responsabilidad de preparar a los niños. Por supuesto que el docente debe estar preparado, debe dominar su materia. ¿Cómo podemos esperar que un maestro le enseñe a un niño una materia que desconoce? Esto no implica una generalización. Conozco muchos maestros de excelencia académica que son impecables al momento de transmitir a sus educandos los conocimientos necesarios pero, también es necesario aceptarlo, como en cualquier grupo, ni todos son buenos, ni todos son malos.
En cualquier proyecto de nuestra vida, ya sea personal, profesional, sentimental, espiritual, intelectual, la evaluación es una gran herramienta para saber si estamos cumpliendo nuestras metas. Aquello que no se puede evaluar no existe. Si buscamos evaluar los avances en nuestros proyecto, cuánto no mas deberíamos hacerlo con el proyecto más importante de todos: la niñez.
El día de ayer, 30 de abril, el Senado devolvió a la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma al no alcanzar en la Cámara Alta la mayoría calificada requerida. Ante este panorama, Morena buscará mantener los acuerdos necesarios para ratificarla durante un periodo extraordinario. El panorama no se ve fácil, por lo pronto tendremos días de gran incertidumbre en materia educativa.
Solo me quedo con esta reflexión final: la reticencia de la CNTE a cualquier reforma educativa descansa en el hecho que, aceptar un marco normativo laboral especial para los docentes implicaría que el sindicato pierda el férreo control que mantiene sobre el personal docente lo que redundaría en una disminución millonaria de ingresos a las arcas sindicales. A la CNTE no le importan los niños, eso lo ha dejado muy claro, le importa controlar al magisterio y cobrar sus cuotas. Prefieren dejar las aulas para salir a manifestarse. Prefieren abandonar a la niñez y defender sus prebendas. Lo que más llama mi atención es que quien se levanta en contra de cualquier intento de reforma es el sector magisterial de Oaxaca, ese estado que está en deuda con su niñez, ese estado en donde no se ha concluido un ciclo escolar completo en 39 años. Si, como se lee, en Oaxaca no se ha concluido un ciclo escolar completo en 39 años. Queda claro cuáles son las prioridades magisteriales en ese estado.
@Benjamin_Muniz
Durante el proceso legislativo, la contrareforma educativa fue aprobada por mayoría calificada de votos en la Cámara de Diputados el pasado jueves 25 de abril, con 356 votos a favor, 61 en contra y dos abstenciones, con el voto en contra de toda la fracción parlamentaria de Acción Nacional, 12 de Morena, 6 del PRI, 1 del PT y dos "sin partido". En el texto aprobado, se estableció como artículo Décimo Sexto Transitorio "con la entrada en vigor de las presentes disposiciones, los derechos laborales de los trabajadores al servicio de la educación, se regirán por el artículo 123 constitucional Apartado B. Con fundamento en este Decreto, la admisión, promoción y reconocimiento se regirán por la Ley reglamentaria del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros". Este texto fue el que generó la votación en contra del PAN. ¿La razón? A decir de su coordinador, Juan Carlos Romero Hicks refirió que el artículo transitorio en comento es peligrosísismo y que no era objeto de la materia, y que, a pesar de buscar precisar el alcance del régimen laboral, solo logra confundir, abriendo la puerta a que sean introducidas prácticas que puedan consolidar la corrupción, la venta de plazas y el tráfico de personas.
Por su parte, quien más luchó por conservar este régimen laboral y, consecuentemente, quien más batalló en contra de las evaluaciones "punitivas" fue la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), específicamente su sección 22 con sede en Oaxaca. Wilmer Santiago, vocero de dicha sección estuvo muy activo en diversos medios de comunicación, amedrentando tanto al gobierno como a los legisladores, amenazando con ejecutar un paro nacional y manifestando que el magisterio permanecerá en resistencia un sexenio más. De todo este embrollo, esto es lo que más me llama la atención.
Escuché en repetidas ocasiones y en diferentes medios de comunicación las entrevistas concedidas por Santiago. Su único punto de reproche era el régimen laboral y la posibilidad de que los maestros que no pasaran las evaluaciones fueran cesados. Nunca lo escuché hablar respecto al contenido de los programas de estudios, ni la calidad que éstos deben tener, ni las necesidades de los educandos. No. Todo su enojo es contra la evaluación docente.
No voy a negar, como nunca lo he hecho, que en lo personal apoyo la evaluación. Se está poniendo el futuro del país en las manos del sistema educativo, sistema al que se le otorga la enorme responsabilidad de preparar a los niños. Por supuesto que el docente debe estar preparado, debe dominar su materia. ¿Cómo podemos esperar que un maestro le enseñe a un niño una materia que desconoce? Esto no implica una generalización. Conozco muchos maestros de excelencia académica que son impecables al momento de transmitir a sus educandos los conocimientos necesarios pero, también es necesario aceptarlo, como en cualquier grupo, ni todos son buenos, ni todos son malos.
En cualquier proyecto de nuestra vida, ya sea personal, profesional, sentimental, espiritual, intelectual, la evaluación es una gran herramienta para saber si estamos cumpliendo nuestras metas. Aquello que no se puede evaluar no existe. Si buscamos evaluar los avances en nuestros proyecto, cuánto no mas deberíamos hacerlo con el proyecto más importante de todos: la niñez.
El día de ayer, 30 de abril, el Senado devolvió a la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma al no alcanzar en la Cámara Alta la mayoría calificada requerida. Ante este panorama, Morena buscará mantener los acuerdos necesarios para ratificarla durante un periodo extraordinario. El panorama no se ve fácil, por lo pronto tendremos días de gran incertidumbre en materia educativa.
Solo me quedo con esta reflexión final: la reticencia de la CNTE a cualquier reforma educativa descansa en el hecho que, aceptar un marco normativo laboral especial para los docentes implicaría que el sindicato pierda el férreo control que mantiene sobre el personal docente lo que redundaría en una disminución millonaria de ingresos a las arcas sindicales. A la CNTE no le importan los niños, eso lo ha dejado muy claro, le importa controlar al magisterio y cobrar sus cuotas. Prefieren dejar las aulas para salir a manifestarse. Prefieren abandonar a la niñez y defender sus prebendas. Lo que más llama mi atención es que quien se levanta en contra de cualquier intento de reforma es el sector magisterial de Oaxaca, ese estado que está en deuda con su niñez, ese estado en donde no se ha concluido un ciclo escolar completo en 39 años. Si, como se lee, en Oaxaca no se ha concluido un ciclo escolar completo en 39 años. Queda claro cuáles son las prioridades magisteriales en ese estado.
@Benjamin_Muniz