El pasado 7 de
junio se llevó a cabo la primera jornada electoral regulada por las leyes
electorales resultantes de la Reforma Política-Electoral de 2014. Uno de los
principales cambios que vio la luz con esta reforma fue la responsabilidad del
Instituto Nacional Electoral de organizar el proceso electoral federal
2014-2015 y los procesos electorales locales concurrentes. Es importante
recordar que este año, además de las elecciones para renovar la Cámara de
Diputados, se llevaron a cabo procesos electorales locales en 16 entidades
federativas. Muchas personas no creyeron que esto generaría un reto para el INE
tomando en cuenta que el Instituto tendría que instalar casillas a lo largo de
todo el territorio nacional. Desgraciadamente la realidad demostró ser otra. No
es lo mismo concentrarte en elecciones federales que intervenir también en las
locales.
Muchas personas
han calificado positivamente el trabajo del INE en este proceso electoral, sin
embargo yo no puedo estar más en desacuerdo y mi desacuerdo viene de mi papel
como Representante Propietario del Partido Acción Nacional ante el XXXIII
Consejo Distrital del Instituto Electoral del Distrito Federal. He ocupado tal
cargo en 2 procesos electorales seguidos: durante 2012 y ahora en 2015. Durante
el proceso de 2012 el órgano rector de la elección local fue el Instituto
Electoral del Distrito Federal y por lo mismo, al haber estado en dos procesos
electorales con diferentes leyes y diferentes funciones de los Institutos
responsables, tengo las herramientas necesarias para hacer la comparación del
funcionamiento en ambas elecciones y con toda franqueza digo: creo que le quedó
muy grande el reto al INE y estas son mis razones:
De acuerdo con el
artículo 342 del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales del
Distrito Federal (CIPEDF), las casillas comenzarán a instalarse a las 7:30
horas del primer domingo de junio del año de la elección y se podrá comenzar a
recibir la votación respectiva a partir de las 8:00 horas. En caso que las
casillas no se hayan instalado a las 8:15 horas, el propio Código establece una
serie de providencias que se deben tomar en cuenta para evitar que el derecho
ciudadano al sufragio se vea afectado. Tales disposiciones encuentran su
sustento federal en los artículos 273 y 274 de la Ley General de Instituciones
y Procedimientos Electorales (LGIPE). El 1º de julio de 2012 a las 7:00 horas
dio inició la Sesión Permanente del IEDF para dar seguimiento a la Jornada
Electoral. El 7 de Junio de 2015 la misma sesión dio inicio a las 8:00 horas en
virtud que ya no correspondía al IEDF dar seguimiento a la instalación de
casillas, sin embargo, se nos fueron dando los reportes respectivos: a las 9:05
horas se habían instalado apenas 41 de 331 casillas, es decir, se presentaba un
avance de 12.39%. A las 10:30 horas había un avance de 72.5% al haberse
instalado 240 casillas. Para las 10:55 horas había un avance de 78.5% con 261
casillas instaladas. A las 11:30 horas habían 287 casillas instaladas lo que
representaba un avance de 86.7% y se logró por fin instalar las 331 casillas
aproximadamente a las 13:00 horas con 5 incidencias incluido un trabajador del
INE golpeado. Pero esto no solo pasó en La Magdalena Contreras. Alrededor de
las 12 horas solamente se habían instalado 69% de las casillas a nivel
nacional. Cuando correspondió al IEDF realizar el seguimiento de la instalación
de las casillas, si había alguna que no se hubiera instalado a las 8:15 horas
se formaba una comisión que acudiera al lugar para verificar los motivos de la
dilación y buscar una solución a la misma. En 2015 no pudimos hacer tal cosa
desde el seno del XXXIII Consejo Distrital del IEDF.
Durante el
desarrollo de la votación, gracias a la ya referida reforma político-electoral,
el IEDF tuvo un papel de mero espectador. Cuando a los representantes de los
diferentes Partidos Políticos se nos reportaba una presunta anomalía y nosotros
la subíamos al pleno del Consejo, éste, lejos de poder ir al sitio a verificar
la existencia de la anomalía, solo podía reportarlo a la correspondiente Junta
Distrital del INE. Gracias a esto y a la ineficacia del INE tuvimos a personal
de la Delegación amedrentando fuera de las casillas así como la leyenda “VOTA
PRD” en la mampara de un centro de votación.
El instituto
Electoral del Distrito Federal contaba además con un sistema en que se iba
reportando el cierre de cada una de las casillas. Esto generaba la certeza de
saber precisamente a qué hora se había cerrado cada centro de votación y los
motivos que en su caso se actualizaron para el cierre antes o después de las
18:00 horas. Tener estos datos nos permitía conocer con precisión el momento en
que se inicia el escrutinio y cómputo de las diferentes elecciones. Esta vez el
INE no tuvo este sistema lo que nos dejó en la incertidumbre al grado tal que
un paquete electoral proveniente de una casilla relativamente cercana a la Sede
Distrital arribó ya entrada la madrugada.
Otro dato que
resulta alarmante. De acuerdo con el artículo 274 de la LGIPE y el 342 del
CIPEDF, en caso que no se integren las mesas directivas de casilla a las 8:15
horas por falta de alguno de los funcionarios, los faltantes deberán ser
tomados de entre los electores que ya se encuentran formados para emitir su
voto. Un buen trabajo en la integración de las mesas directivas de casilla
redunda en un altísimo porcentaje de participación. En La Magdalena Contreras
esto no fue así, por el contrario, tuvieron que ser utilizados como
funcionarios de mesa directiva de casilla un total de 116 ciudadanos extraídos
de las filas. Evidentemente esto afecta al principio de certeza que debe
imperar en todo proceso electoral al otorgar funciones a ciudadanos que no
recibieron la capacitación adecuada.
Desde que inició
la discusión de la reforma político-electoral manifesté mi desacuerdo con algunos
de sus puntos, especialmente con la centralización de facultades por parte del
Instituto Nacional Electoral. El motivo es muy simple: tenía temor que, llegado
el momento, el máximo órgano administrativo electoral del país no estuviera a
la altura de las circunstancias. Los acontecimientos que ya narré son solo
algunas muestras que mi temor no era infundado.
Otro factor por
el que no estoy de acuerdo con la centralización de funciones por parte del INE
es porque, a mi parecer, contradice el espíritu del artículo 40 constitucional,
el cual es del tenor literal siguiente:
“Artículo 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República
representativa, laica, federal,
compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen
interior; pero unidos en una federación establecida según los
principios de esta ley fundamental”. (Énfasis añadido)
El espíritu del
artículo transcrito no puede ser más claro. Los Estados Unidos Mexicanos están
constituidos en una República federal, no central, con estados libres y
soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior. Por supuesto que
considero que el punto central del régimen interior de cada estado es
precisamente lo relativo a la elección de sus gobernantes. Uno de los
principales argumentos para la centralización fue que los institutos
electorales locales eran controlados por los gobernadores, sin embargo, con
esta reforma se le quitó el poder a los gobernadores para entregarlo al
Presidente de la República, es decir, en lugar de tener 32 institutos locales
controlados por los respectivos gobernadores hoy tenemos uno solo controlado
por el titular del Ejecutivo Federal.
El trabajo de los
institutos locales debe ser regulado de mejor manera, de eso no hay duda, sin
embargo creo que es imperativo dotar de nueva cuenta a los estados de la
autonomía necesaria para regular sus propios procesos electorales y que el INE
se encargue únicamente de las elecciones federales. El trabajo del Instituto
Electoral del Distrito Federal es los procesos electorales anteriores a la
entrada en vigor de la reforma político-electoral fue un trabajo digno y que se
llevó a buen término. Las primeras elecciones concurrentes bajo la organización
del Instituto Nacional Electoral dejaron mucho que desear. Reitero lo que dije
a lo largo de toda la jornada electoral del pasado 7 de junio, se debe dar
marcha atrás a la centralización de las funciones administrativas electorales
para reintegrar la autonomía que, como república federal debe tener cada una de
las entidades federativas. Espero que los Diputados Federales electos para
integrar la próxima legislatura de la Cámara Baja del Poder Legislativo Federal
tengan esto en mente y regresen las funciones electorales al estado que
guardaban antes de la entrada en vigor de la multicitada reforma.
Benjamín Muñiz Álvarez Del Castillo
Twitter: @Benjamin_Muniz
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