lunes, 22 de junio de 2015

INE y centralismo

El pasado 7 de junio se llevó a cabo la primera jornada electoral regulada por las leyes electorales resultantes de la Reforma Política-Electoral de 2014. Uno de los principales cambios que vio la luz con esta reforma fue la responsabilidad del Instituto Nacional Electoral de organizar el proceso electoral federal 2014-2015 y los procesos electorales locales concurrentes. Es importante recordar que este año, además de las elecciones para renovar la Cámara de Diputados, se llevaron a cabo procesos electorales locales en 16 entidades federativas. Muchas personas no creyeron que esto generaría un reto para el INE tomando en cuenta que el Instituto tendría que instalar casillas a lo largo de todo el territorio nacional. Desgraciadamente la realidad demostró ser otra. No es lo mismo concentrarte en elecciones federales que intervenir también en las locales.
Muchas personas han calificado positivamente el trabajo del INE en este proceso electoral, sin embargo yo no puedo estar más en desacuerdo y mi desacuerdo viene de mi papel como Representante Propietario del Partido Acción Nacional ante el XXXIII Consejo Distrital del Instituto Electoral del Distrito Federal. He ocupado tal cargo en 2 procesos electorales seguidos: durante 2012 y ahora en 2015. Durante el proceso de 2012 el órgano rector de la elección local fue el Instituto Electoral del Distrito Federal y por lo mismo, al haber estado en dos procesos electorales con diferentes leyes y diferentes funciones de los Institutos responsables, tengo las herramientas necesarias para hacer la comparación del funcionamiento en ambas elecciones y con toda franqueza digo: creo que le quedó muy grande el reto al INE y estas son mis razones:
De acuerdo con el artículo 342 del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales del Distrito Federal (CIPEDF), las casillas comenzarán a instalarse a las 7:30 horas del primer domingo de junio del año de la elección y se podrá comenzar a recibir la votación respectiva a partir de las 8:00 horas. En caso que las casillas no se hayan instalado a las 8:15 horas, el propio Código establece una serie de providencias que se deben tomar en cuenta para evitar que el derecho ciudadano al sufragio se vea afectado. Tales disposiciones encuentran su sustento federal en los artículos 273 y 274 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE). El 1º de julio de 2012 a las 7:00 horas dio inició la Sesión Permanente del IEDF para dar seguimiento a la Jornada Electoral. El 7 de Junio de 2015 la misma sesión dio inicio a las 8:00 horas en virtud que ya no correspondía al IEDF dar seguimiento a la instalación de casillas, sin embargo, se nos fueron dando los reportes respectivos: a las 9:05 horas se habían instalado apenas 41 de 331 casillas, es decir, se presentaba un avance de 12.39%. A las 10:30 horas había un avance de 72.5% al haberse instalado 240 casillas. Para las 10:55 horas había un avance de 78.5% con 261 casillas instaladas. A las 11:30 horas habían 287 casillas instaladas lo que representaba un avance de 86.7% y se logró por fin instalar las 331 casillas aproximadamente a las 13:00 horas con 5 incidencias incluido un trabajador del INE golpeado. Pero esto no solo pasó en La Magdalena Contreras. Alrededor de las 12 horas solamente se habían instalado 69% de las casillas a nivel nacional. Cuando correspondió al IEDF realizar el seguimiento de la instalación de las casillas, si había alguna que no se hubiera instalado a las 8:15 horas se formaba una comisión que acudiera al lugar para verificar los motivos de la dilación y buscar una solución a la misma. En 2015 no pudimos hacer tal cosa desde el seno del XXXIII Consejo Distrital del IEDF.
Durante el desarrollo de la votación, gracias a la ya referida reforma político-electoral, el IEDF tuvo un papel de mero espectador. Cuando a los representantes de los diferentes Partidos Políticos se nos reportaba una presunta anomalía y nosotros la subíamos al pleno del Consejo, éste, lejos de poder ir al sitio a verificar la existencia de la anomalía, solo podía reportarlo a la correspondiente Junta Distrital del INE. Gracias a esto y a la ineficacia del INE tuvimos a personal de la Delegación amedrentando fuera de las casillas así como la leyenda “VOTA PRD” en la mampara de un centro de votación.
El instituto Electoral del Distrito Federal contaba además con un sistema en que se iba reportando el cierre de cada una de las casillas. Esto generaba la certeza de saber precisamente a qué hora se había cerrado cada centro de votación y los motivos que en su caso se actualizaron para el cierre antes o después de las 18:00 horas. Tener estos datos nos permitía conocer con precisión el momento en que se inicia el escrutinio y cómputo de las diferentes elecciones. Esta vez el INE no tuvo este sistema lo que nos dejó en la incertidumbre al grado tal que un paquete electoral proveniente de una casilla relativamente cercana a la Sede Distrital arribó ya entrada la madrugada.
Otro dato que resulta alarmante. De acuerdo con el artículo 274 de la LGIPE y el 342 del CIPEDF, en caso que no se integren las mesas directivas de casilla a las 8:15 horas por falta de alguno de los funcionarios, los faltantes deberán ser tomados de entre los electores que ya se encuentran formados para emitir su voto. Un buen trabajo en la integración de las mesas directivas de casilla redunda en un altísimo porcentaje de participación. En La Magdalena Contreras esto no fue así, por el contrario, tuvieron que ser utilizados como funcionarios de mesa directiva de casilla un total de 116 ciudadanos extraídos de las filas. Evidentemente esto afecta al principio de certeza que debe imperar en todo proceso electoral al otorgar funciones a ciudadanos que no recibieron la capacitación adecuada.
Desde que inició la discusión de la reforma político-electoral manifesté mi desacuerdo con algunos de sus puntos, especialmente con la centralización de facultades por parte del Instituto Nacional Electoral. El motivo es muy simple: tenía temor que, llegado el momento, el máximo órgano administrativo electoral del país no estuviera a la altura de las circunstancias. Los acontecimientos que ya narré son solo algunas muestras que mi temor no era infundado.
Otro factor por el que no estoy de acuerdo con la centralización de funciones por parte del INE es porque, a mi parecer, contradice el espíritu del artículo 40 constitucional, el cual es del tenor literal siguiente:
Artículo 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, laica, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”. (Énfasis añadido)
El espíritu del artículo transcrito no puede ser más claro. Los Estados Unidos Mexicanos están constituidos en una República federal, no central, con estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior. Por supuesto que considero que el punto central del régimen interior de cada estado es precisamente lo relativo a la elección de sus gobernantes. Uno de los principales argumentos para la centralización fue que los institutos electorales locales eran controlados por los gobernadores, sin embargo, con esta reforma se le quitó el poder a los gobernadores para entregarlo al Presidente de la República, es decir, en lugar de tener 32 institutos locales controlados por los respectivos gobernadores hoy tenemos uno solo controlado por el titular del Ejecutivo Federal.
El trabajo de los institutos locales debe ser regulado de mejor manera, de eso no hay duda, sin embargo creo que es imperativo dotar de nueva cuenta a los estados de la autonomía necesaria para regular sus propios procesos electorales y que el INE se encargue únicamente de las elecciones federales. El trabajo del Instituto Electoral del Distrito Federal es los procesos electorales anteriores a la entrada en vigor de la reforma político-electoral fue un trabajo digno y que se llevó a buen término. Las primeras elecciones concurrentes bajo la organización del Instituto Nacional Electoral dejaron mucho que desear. Reitero lo que dije a lo largo de toda la jornada electoral del pasado 7 de junio, se debe dar marcha atrás a la centralización de las funciones administrativas electorales para reintegrar la autonomía que, como república federal debe tener cada una de las entidades federativas. Espero que los Diputados Federales electos para integrar la próxima legislatura de la Cámara Baja del Poder Legislativo Federal tengan esto en mente y regresen las funciones electorales al estado que guardaban antes de la entrada en vigor de la multicitada reforma.

Benjamín Muñiz Álvarez Del Castillo

Twitter: @Benjamin_Muniz

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