Hagamos un pequeño ejercicio de imaginación: una
persona vive fuera de casa de sus padres, pero sus padres lo siguen
manteniendo. Su “independencia” no sería real, sería una simulación y, en
cierto momento, podría tener que decidir entre hacer su voluntad o dejar de
recibir el financiamiento.
Para que exista una verdadera independencia, uno de
los aspectos más importantes es lograr la autonomía financiera y económica.
Este aspecto reviste una especial importancia en el panorama geopolítico actual
en México.
La administración encabezada por el presidente
López tiene tres grandes proyectos que pueden ser considerados sus proyectos más
emblemáticos, cada uno en su respectivo ámbito. Por lo que hace a la
infraestructura, uno de sus proyectos más ambiciosos (y polémico) es la construcción
del Tren Maya. En materia de seguridad, la Guardia Nacional es sin duda el eje
rector, mientras que no se puede hablar de materia energética sin referirnos a
la Refinería de Dos Bocas, Tabasco. El lector podrá estarse preguntando, ¿qué
tiene que ver esto con el ejercicio imaginario del primer párrafo? La respuesta
es muy simple.
Aquel lejano 31 de mayo de 1911, hace casi 108
años, navegando hacia su exilio a bordo del vapor alemán Ypiranga, Don Porfirio
Díaz lanzó una frase lapidaria: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de
Estados Unidos”. Esas palabras definen, como pocas, la verdadera relación entre
EUA y México. Nuestro vecino país del norte ha demostrado, reiteradamente, su
intención de presionar e incluso controlar la política mexicana. Creo que
mantener la autonomía nacional ante Estados Unidos ha sido un reto más que
complejo para los gobiernos de nuestro país, sin embargo, considero que el
presidente López abre la puerta para la intervención estadounidense en asuntos
internos de México.
El pasado 13 de abril en Campeche, AMLO refirió que
el Secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, le comunicó la
disposición de Donald Trump de invertir en el proyecto del Tren Maya. De esta
forma, Estados Unidos se ha comprometido a invertir 4,800 millones de dólares
en ayuda para el desarrollo del sur de México por lo que, presumiblemente,
parte de estos fondos de utilizar, tal como lo recogió el periódico El
Financiero en su página https://www.elfinanciero.com.mx/economia/eu-dispuesto-a-invertir-4-mil-800-mdd-para-tren-maya-y-otros-proyectos-en-el-sureste-amlo
Además de esto, el 7 de mayo, Milenio Diario nos
regaló en su primera plana encabezado a dos líneas “AMLO busca que Trump
financie la Guardia con Iniciativa Mérida” y, en sus páginas interiores nos
encontramos con una entrevista realizada a Alfonso Durazo, Secretario de
Seguridad y Protección Ciudadana quien manifestó que el programa de apoyo de EU
tiene una visión militar con la que el gobierno no está de acuerdo y debe
modificarse para impulsar el desarrollo regional o consolidar la nueva
corporación, por lo que el gobierno encabezado por el presidente López
solicitará al presidente Trump reorientar por completo el gasto de la
iniciativa Mérida para financiar la construcción y consolidación de la Guardia
Nacional (la entrevista completa puede consultarse en https://www.milenio.com/politica/amlo-busca-trump-financie-guardia-iniciativa-merida)
Respecto a la refinería de Dos Bocas, aquel
proyecto que el propio IMCO ha solicitado sea cancelado por la nula posibilidad
de éxito, se estima que parte de los 4,800 millones de dólares que EU ha
comprometido para el desarrollo para el sur del país se puedan utilizar para su
financiamiento.
Estoy totalmente consciente que para iniciar
cualquier proyecto es imprescindible buscar la manera en que el mismo deberá de
financiarse, sin embargo, tampoco podemos dejar de ver que no es lo mismo el
financiamiento que nosotros, como particulares, podemos buscar para nuestros
proyectos, al financiamiento para proyectos gubernamentales.
Por supuesto que nunca he estado en contra de la
inversión privada, incluso la he apoyado abiertamente, señalando la necesidad
de generar una reglamentación específica que salvaguarde la autonomía nacional.
Si siempre he pugnado porque la inversión privada que se utilice para financiar
proyectos gubernamentales esté acotada de tal manera que no se vea afectada
nuestra soberanía, ¿cuánto más no lo haré con la inversión extranjera? Ahora,
si quien pretende invertir es directamente un gobierno extranjero, caray, ¿qué
decir? Es menester tomar las medidas necesarias para que no entreguemos nuestra
soberanía en temas tan delicados a un país extranjero.
Vivimos en un mundo globalizado, indudablemente,
pero eso no quiere decir que cedamos la autonomía y soberanía nacional en aras
de financiamiento, al contrario, implica el reto de buscar ese financiamiento, será
de origen nacional o extranjero, sin mermar nuestra condición de país libre,
independiente y soberano.
Me preocupa seriamente la intención del presidente
Trump de invertir en temas delicados de la agenda política interna de nuestro
país, me preocupa gravemente que su intención, como lo ha mostrado en diversas
ocasiones, sea, verdaderamente, controlar la política mexicana, y no buscar una
verdadera cooperación. El presidente López está parado en una posición
compleja. Deberá decidir si acepta esta inversión y hasta dónde otorgaría
derechos al gobierno de Estados Unidos. Como mexicano, espero de corazón que
tome la mejor decisión en beneficio de nuestra Nación.
@Benjamin_Muniz
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