martes, 19 de diciembre de 2017

La incongruencia de las alianzas



Se ha iniciado ya el proceso electoral ordinario 2017-2018 por medio del cual se elegirá al nuevo Presidente de la República. De igual manera, se renovará la totalidad del Congreso de la Unión, las diputaciones al primer Congreso de la Ciudad de México, sus alcaldías, la Jefatura de Gobierno y varias gubernaturas y congresos locales. Evidentemente, el número de cargos a ser electos, así como la magnitud de los mismos conllevan a percatarnos que 2018 será un año muy complejo.

Dentro de esta complejidad, los partidos políticos han buscado generar estrategias que les permitan conseguir el mayor número de votos posibles y recurrieron a la forma más conocida y, al parecer, favorita: concretar alianzas electorales. De entrada podría no ser malo pero, en el fondo, ¿verdaderamente funcionarán? No hablemos ya de la capacidad de ganar la elección, sino de la manera en que se llevaría el gobierno si la alianza triunfa.

Como ha acontecido desde hace ya bastante tiempo, el PRI concretó su alianza con el Partido Verde. Aceptémoslo, el Verde es ya un satélite del tricolor. No hay nada nuevo que hablar ahí, sin embargo, la manera en que concretó la alianza con el tercer partido si levanta muchas suspicacias: Nueva Alianza, el partido fundado por la lideresa sindical, Elva Esther Gordillo, aceptó aliarse con el Revolucionario Institucional justamente el día en que la Maestro Gordillo abandonó el reclusorio para cumplir su pena bajo el esquema de prisión domiciliaria, y por más que puedan levantarse voces para argumentar que su estado de salud lo ameritaba, ustedes disculparán, en política no hay coincidencias ni sorpresas, solo hay sorprendidos.

No es poco común que la izquierda salga unida a las elecciones, de hecho, es lo más normal. Recordemos, por ejemplo, en 2012, todas las izquierdas salieron unidas, lo que bastó para que Miguel Ángel Mancera ganara la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal con una votación mayor al 60% de los sufragios emitidos. En 2015, sin embargo, las cosas cambiaron un poco. Con la aparición de MORENA, muchos militantes y simpatizantes del PRD decidieron optar por el partido que dice ser la esperanza de México. Las izquierdas, en esa elección, salieron divididos, lo que generó que, en el Distrito Federal cuando menos, se repartieran el pastel: 5 delegaciones para uno, 4 para el otro y, además, esa división causó que el PRI ganara La Magdalena Contreras. En 2018, nuevamente, el partido del sol azteca y el formado por el mesiánico tabasqueño irán separados, pero no solos: ambos consiguieron concretar alianzas que, desde mi muy particular punto de vista, son verdaderamente incongruentes.

El PRD, que se ha caracterizado por ser un partido liberal, el partido que apoya la legalización de la marihuana, la interrupción legal del embarazo y los matrimonios entre homosexuales, entre otras, concretó su alianza con Movimiento Ciudadano, que en teoría comparten un poco la ideología y con, nada más ni nada menos que el PAN, partido conservador que se fundamenta en el respeto de la vida humana y su defensa desde la concepción. El partido que se ha opuesto tajantemente al aborto y a la legalización de las drogas. Para los que nos gusta el futbol, es como si Chivas y América se aliaran para jugar un partido. Es mezclar agua con aceite.

Por su parte, MORENA afianzó su alianza con el resucitado Partido del Trabajo. Recordemos que este instituto político había perdido el registro, sin embargo, por azares de nuestra democracia, reingresó a la arena política. Tampoco se extraña esa alianza, se veía venir, sin embargo, el tercer partido es el que salta a la vista por la incongruencia: Encuentro Social, partido primordialmente religioso que se alió con el partido fundado por un, según él, recalcitrante juarista. Se juntaron Dios y el Diablo.

Según Alejandra Barrales, la unión entre PAN, PRD y Movimiento Ciudadano no es una alianza electoral, sino un frente encaminado a generar mejores condiciones para la ciudadanía. Es un objetivo loable, sin lugar a dudas, sin embargo, siendo honestos, no encuentro como se pueden congeniar el agua y el aceite para gobernar en conjunto. ¿Qué va a pasar cuando el PRD quiera presentar una iniciativa a nivel federal para legalizar la marihuana o el aborto? ¿El PAN se quedaría sentado y la aprobaría? De hacerlo se estarían violentando los estatutos y principios de doctrina del blanquiazul. El PRD es liberal, el PAN es conservador. El PRD busca ganar gente a través de la entrega de programas sociales, el PAN busca fortalecer el mercado.

La alianza de MORENA con el PES me resulta todavía más incomprensible. AMLO ha manifestado que, desde su punto de vista, ser juarista y religioso, guadalupano para ser más preciso, no es contradictorio. Por primera vez creo que estoy de acuerdo con él, hasta cierto punto. Cada quien tiene el derecho de profesar la religión, culto o rito que mejor le parezca sin que eso determine su preferencia política, siempre y cuando se mantengan separadas las ideologías políticas y religiosas. AMLO cayó en la incongruencia, en este aspecto en específico, en el momento que pidió colaboración a los ministros de culto para que hicieran un llamado a sus feligreses para que éstos no vendan su voto. Ahí si ya hay incongruencia simplemente por el hecho de integrar a las iglesias a la vida política del país, situación contra la que luchó Juárez, no solo luchó por la separación Iglesia-Estado, fue su principal estandarte. Por si eso no bastara, concreta una alianza con un partido político religioso. No voy a juzgar si los religiosos tienen o no que formar parte de la política mexicana, ya he hablado de eso, lo que llama profundamente mi atención es la incongruencia que genera esta alianza. Un juarista aliándose con religiosos para contender en las elecciones. Juárez se ha de estar revolcando, una vez más, en su tumba. Aunque sea incongruente, tampoco me extraña. Quienes me conocen saben que no comparto las ideas políticas de AMLO, saben que es todo lo contrario, pero en esta incongruencia tan evidente, la gente que sigue al tabasqueño por su postura “juarista” no se ha detenido a preguntarse cómo es posible. Con esto reitero lo que siempre he pensado: MORENA más que parecer un partido político, parece una secta que adora y obedece a su máximo líder AMLO sin cuestionar absolutamente nada. Como diría mi buen amigo Fernando Dworak, si MORENA no hubiera obtenido su registro como partido político nacional, bien hubiera podido dirigirse a la Secretaría de Gobernación a solicitar su registro como Asociación Religiosa.

Esta elección presidencial es una carrera de tres, evidentemente el ganador emanará de una de las alianzas referidas en estas líneas, sin embargo, la pregunta permanece, ante tales diferencias de principios entre los partidos integrantes, ¿cómo funcionarán los gobiernos de coalición? Anaya, en su palomazo con el precandidato al Senado por el Estado de México, Juan Zepeda, manifestó que para echar un palomazo y para sacar un mal gobierno, son una misma banda. Recordemos que muchas bandas legendarias han tenido fracturas y disoluciones épicas. Solo el tiempo me dirá si tengo o no razón.

Twitter: @Benjamin_Muniz

jueves, 14 de diciembre de 2017

¿Se está militarizando el país?



El jueves 30 de noviembre de este año, la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobó, por mayoría de votos, el dictamen que contiene el proyecto de Ley de Seguridad Interior. Atendiendo a lo dispuesto por nuestra Constitución, dicho dictamen fue turnado a la Cámara de Senadores para su discusión. La noche del 13 de diciembre la Cámara Alta aprobó en Comisiones Unidas de Gobernación, Defensa Nacional, Marina; y de Estudios Legislativos, Segunda, el Dictamen que fue enviado por la Cámara de Diputados, mismo que, según la convocatoria emitida será votado el día de hoy por el Pleno.

La noticia respecto a esta aprobación generó mucha división. Por una parte, algunos sectores de la población, así como organismos nacionales e internacionales se manifestaron en contra del proyecto de ley, mientras que también existen organismos internacionales y nacionales, así como organizaciones de la sociedad civil que consideran que debe aprobarse dicha ley. Honestamente, en ese momento no quise escribir al respecto por una sencilla razón: no había tenido oportunidad de estudiar a fondo el dictamen de referencia, así que, para poder emitir mi opinión al respecto, procedí a consultar en Anexo VI de la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados LXIII Legislatura, número 4917-VI de fecha 30 de noviembre de 2017 (consultable en http://gaceta.diputados.gob.mx/PDF/63/2017/nov/20171130-VI.pdf#page=2) y analizar a fondo el texto que fue aprobado por los Diputados. Las Comisiones Unidas hicieron modificaciones a 9 artículos, modificaciones que tendrán que ser discutidas en el Pleno del Senado, sin embargo, al momento en que escribo estas líneas, la Cámara Alta no ha iniciado con la discusión del proyecto de Ley de Seguridad Interior.

A pesar que en la historia de nuestro país han existido muchos temas muy polémicos, no recuerdo uno que lo haya sido tanto como la aprobación de la Ley de Seguridad Interior. Ayer escuchaba en el radio, honestamente no recuerdo en qué programa, a un locutor que manifestaba que si se escuchaba la voz de las personas que se oponen a la aprobación de la ley uno les puede dar toda la razón, sin embargo, que si se escuchaba la voz de las personas que estaban a favor de la aprobación, también tenían toda la razón por lo que dicho locutor no podía pronunciarse respecto a si era conveniente o no aprobar la ley que hoy se discute en el Senado. En gran parte, estoy de acuerdo con esa manifestación.

Como ya lo dije, para escribir estas líneas leí las 142 páginas de la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados LXIII Legislatura del 30 de noviembre de este año. En esas páginas se contiene la exposición de motivos por la cual la Comisión de Gobernación de la Cámara Baja considera que debe aprobarse la Ley, contiene además, el texto normativo y el voto particular de los integrantes del Grupo Parlamentario del PRD por el cual, a su consideración, no debe aprobarse la iniciativa.

En el apartado de exposición de motivos, hay ciertas frases que reflejan de manera muy clara la necesidad de contar con una legislación específica que regule lo que de facto ya existe, es decir, desde hace muchos años, las Fuerzas Armadas han tomado parte directa en el combate a la delincuencia organizada sin que su actuar se encontrara regulado.

En la página 54 de la Gaceta Parlamentaria, la Comisión de Gobernación establece un párrafo que, desde mi punto de vista, es toral para la discusión de esta ley:

Para decirlo claro, el problema de la seguridad interior en áreas geográficas determinadas, ha rebasado a la autoridad civil, lo que justifica la necesidad de establecer medidas extraordinarias en tanto haya condiciones para retomar la normalidad. No obstante, es preciso advertir que las acciones de seguridad interior no implicarán en todos los casos la intervención de las Fuerzas Armadas”.

Una página más adelante se puede leer una realidad indiscutible:

A nadie escapa que la estrategia de erradicación del crimen organizado hace necesaria la efectiva articulación de todas las fuerzas de seguridad con las que cuenta el Estado mexicano en sus tres niveles”.

El primer problema radica, precisamente, en definir qué debe entenderse por amenazas a la Seguridad Interior. Para hacerlo, la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados consideró que éstas son las definidas en el artículo 5 de la Ley de Seguridad Nacional pero que tienen su origen dentro del territorio nacional y argumenta, tal como puede observarse en la página 56 de la referida Gaceta que:

Es precisamente en el marco de la definición de seguridad interior y del fortalecimiento y existencia de las instituciones desde donde debe ser normada la actuación de las Fuerzas Armadas, para que se les mantenga como ultima ratio o último recurso de la Federación, ya que resulta innegable que su participación no debe prolongarse en el tiempo sino hasta que la amenaza haya sido controlada”.

Ahora bien, ¿es verdad que, de aprobarse esta ley, se estaría militarizando al país? Honestamente no lo creo así y el motivo es simple: con esta ley se busca regular algo que ya existe y que se estaba llevando a cabo sin la existencia de un marco legal que definiera de manera clara las atribuciones y responsabilidades de cada una de las instituciones que intervinieran en la lucha contra el crimen organizado.

Algunas voces establecen que se están dando demasiadas facultades discrecionales al Presidente para enviar Fuerzas Armadas a las entidades. Estoy en desacuerdo, en primer término, porque el envío de Fuerzas Federales o Fuerzas Armadas se deberá realizar previa solicitud fundada y motivada del Congreso del Estado de que se trate o del titular del Ejecutivo. Una vez recibida la solicitud, la misma deberá ser analizada en el Consejo de Seguridad Nacional, órgano colegiado que determinará la procedencia del envío de tropas, ya sean de Fuerzas Federales o de Fuerzas Armadas. Además, la Declaratoria de Protección a la Seguridad Interior, deberá contener, entre otras cosas, la temporalidad de la misma, la cual no podrá exceder de un año.

De acuerdo con el artículo 20 de la Ley que se propone, las Fuerzas Armadas sólo intervendrán mediante la emisión de una Declaratoria de Protección a la Seguridad Interior, cuando las capacidades de las Fuerzas Federales resulten insuficientes para reducir o contener la amenaza de que se trate. Con esto, nuevamente se puede apreciar que el uso del Ejército, Fuerza Área y Marina es el último recurso con que cuenta el Gobierno Federal.

Algunas organizaciones manifiestan que con la aprobación de esta Ley se podrá utilizar al Ejército para disolver manifestaciones, sin embargo, el artículo 8 de dicho proyecto establece que las protestas y manifestaciones no pueden ser consideradas como amenaza o riesgo a la seguridad interior, por lo que, no solamente las Fuerzas Armadas estrían impedidas legalmente para entrar, sino que también lo estaría cualquier Fuerza Federal.

El voto particular que realizó el Grupo Parlamentario del PRD en la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados me resulta muy interesante. Dicho grupo manifiesta que no debe aprobarse la Ley, no por su fondo, sino porque el Congreso de la Unión, de conformidad con lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no tiene facultades para legislar en materia de Seguridad Interior, sino que lo que se preceptúa en esta propuesta de Ley debería ser parte de la Ley de Seguridad Nacional. En eso estoy de acuerdo, toda vez que, de conformidad con lo establecido en el artículo 3 fracción III de la Ley de Seguridad Nacional, se entiende por Seguridad Nacional las acciones tendientes al mantenimiento del orden constitucional y el fortalecimiento de las instituciones democráticas de gobierno. De igual manera, el artículo 5 fracciones III y V de la ley de referencia, establece que se consideran como amenazas a la Seguridad Nacional los actos que impidan a las autoridades actual contra la delincuencia organizada y los actos tendientes a obstaculizar o bloquear operaciones militares o navales contra la delincuencia organizada. Ante esto, considero que, tal como argumenta el Grupo Parlamentario del PRD, se requiere más una reforma a la Ley de Seguridad Nacional que la expedición de una Ley de Seguridad Interior, sin embargo, no se puede negar la necesidad de regular la operación de las Fuerzas Federales y las Fuerzas Armadas en el combate a la delincuencia organizada. El dictamen de la Cámara de Diputados, en su página 59, establece con meridiana claridad lo siguiente:

En tales circunstancias es necesario hacer consciencia de que la manera más efectiva de hacer frente a los riesgos de seguridad interior es abordar el problema reconociendo las carencias actuales y corrigiéndolas mediante la creación de un marco legal que establezca límites y competencias bien definidas para todas las autoridades involucradas, que permita que la colaboración entre las Fuerzas Federales, Estatales y Municipales se realice mediante un procedimiento claro y respetuoso de los derechos humanos en tanto se erradique la amenaza a nuestras instituciones”.

Por su parte, Jesús Reyes Heroles, Presidente de Grupo GEA, escribió hoy en El Universal (http://www.eluniversal.com.mx/articulo/jesus-reyes-heroles-g-g/nacion/seguridad-interior) que:

Toda ley es perfectible, pero es mejor que exista una a continuar con un vacío de muchos años, que no definía ni un marco normativo para la participación de las Fuerzas Armadas, ni ponía énfasis en la observancia de los Derechos Humanos, ni establecía temporalidad”.

Estoy totalmente a favor de la limitación de facultades, máxime que la Ley de Seguridad Interior establece controles claros para evitar abusos, como la intervención de la Comisión Bicameral compuesta por 3 diputados y 3 senadores. Las sociedades son dinámicas, generando cambios en su estructura y, por lo mismo, nuestro sistema jurídico se debe adecuar a las necesidades imperantes. Aprobar la Ley de Seguridad Interior, desde mi óptica, lejos de generar violaciones a Derechos Humanos, permitirá que éstos sean protegidos de mejor manera. Por supuesto que los órganos legislativos y ejecutivos deberán estar muy al pendiente para que dicho cuerpo normativo se vaya modificando conforme sea necesario para hacer frente de la mejor manera posible a los grupos criminales que amenazan a nuestro país.

Twitter: @Benjamin_Muniz

jueves, 7 de diciembre de 2017

El espectáculo de la política mexicana



En los últimos días he comentado con algunos amigos que el proceso electoral de 2018 se me antoja como el más entretenido de los últimos tiempos. El entorno socio-político actual ha dotado a este proceso de un nivel de espectacularidad sin precedentes: el precandidato príista y su relación con los incrementos en los precios, entre otros, de las gasolinas; la fractura al interior del PAN, el eterno candidato y su propuesta de amnistía al amparo de la consigna “olvido no, perdón si”; Mancera cerrando apoyos dentro del Partido del Sol Azteca (aunque los números no le alcancen para sentarse en la Silla Presidencial); el frente que al parecer camina hacia la debacle; los “independientes” no tan independientes (Margarita emanada del PAN, el Bronco del PRI); los independientes verdaderamente independientes que, desgraciadamente, no tienen grandes esperanzas.

Si todo esto fuera poco, algo que le ha dado tintes todavía más de farándula a esta elección presidencial fue la puntada de Dante Delgado Rannauro de manifestar que, en el Frente, la candidatura presidencial debe ser para el PAN, la de la CDMX para el PRD y que Mancera debería ser el Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores. Al respecto, José Cárdenas manifestó en su columna titulada “La Divina Comedia de Dante” publicada el día de hoy en El Universal (visible en http://www.eluniversal.com.mx/columna/jose-cardenas/nacion/la-divina-comedia-de-dante) que esto resulta imposible porque el artículo 55 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos prohíbe a los gobernadores y jefes de gobierno ocupar una curul en la Cámara de Diputados o un escaño en la de Senadores por su jurisdicción o distrito inmediatamente después de dejar el cargo. Estoy en desacuerdo con José Cárdenas. El artículo 55 constitucional, en su fracción V establece que los Gobernadores de los Estados y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México no podrán ser electos en las entidades de sus respectivas jurisdicciones durante el periodo de su encargo, aun cuando se separen definitivamente de sus puestos. Esta limitación, desde mi interpretación, implica que el Jefe de Gobierno no puede renunciar a mitad de su mandato para buscar una Diputación Federal.

Independientemente de la interpretación del precepto constitucional referido, el fondo es el que resulta maravilloso. Dante Delgado, presidente del más pequeño de los partidos que componen el frente, se tomó el atrevimiento de “sugerir” que Mancera busque un escaño en el Senado y, además, establecer un ultimátum de 72 horas para que el Jefe de Gobierno decline en sus aspiraciones presidenciales. “Mis decisiones personales las tomó yo” fue la respuesta de Mancera, para luego reconocer que Dante “sería un excelente Secretario de Agricultura”. ¿Será, acaso, que el Frente Ciudadano esté en agonía enfrentando sus últimas horas? La carrera presidencial se ve bastante interesante pero, ¿qué hay de la ciudad de México?

Ahora, a pesar de no estar tan de lleno en el foco noticioso, las elecciones en la Ciudad de México también resultan bastante entretenidas por diversas razones, la principal, por supuesto, ser las primeras que se llevarán bajo el amparo de la Constitución Política de la Ciudad de México. ¿Jefes Delegacionales? Ni hablar, ahora serán Alcaldes electos en planilla con los miembros de su cabildo, constituyendo un Ayuntamiento con representación proporcional de las demás fuerzas políticas. Se elegirá también el primer Congreso de la Ciudad de México, entidad legislativa que tendrá, entre otras, la titánica labor de expedir varias leyes reglamentarias de diversos preceptos de la nueva Constitución. Además, la Ley Fundamental Local establece la creación del Cabildo de la Ciudad de México, compuesto por la persona titular de la Jefatura de Gobierno y por las personas titulares de las Alcaldías, mismo que sesionará de manera bimestral y cuyos integrantes tienen terminantemente prohibido designar suplentes. Por si esto fuera poco, los funcionarios electos, exceptuando a quien gane la Jefatura de Gobierno, podrán reelegirse. El nuevo marco legal genera grandes cambios y gran expectativa, veremos si esta primera elección llega a buen puerto.

Los actores políticos locales también han generado un gran espectáculo. Evidentemente, la posible fractura del Frente a nivel nacional amenaza con terminarlo también a nivel local. De concretarse esta división, la carrera por la Jefatura de Gobierno sería únicamente de dos competidores: PRD y MORENA. Es por todos sabido que, en la Capital del País, ni el PAN ni el PRI tienen la fuerza suficiente, no digamos para ganar la Primera Magistratura de la Ciudad, sino para ser competitivos. Recordemos que estos institutos políticos en la Ciudad se pelean entre sí para ser la tercera o cuarta fuerza política. (El PAN actualmente tiene dos delegaciones mientras que el PRI tiene 3. El PAN tiene 10 Asambleístas mientras que el PRI tiene solo 8, contra 20 y 17 de MORENA y del PRD respectivamente).

Este panorama que puede resultar tan adverso para los dos partidos que han ostentado la Presidencia de la República no les impide, sin embargo, generar una gran expectativa y un gran espectáculo.

El PRI, en otro ejemplo de democracia partidista, apuntaló a Mike Arriola, Director General del IMSS y quien además fuera Director General de la COFEPRIS durante la administración de Felipe Calderón. De esta manera buscan repetir en lo local la estrategia nacional: postular a personas que no son militante del tricolor y que pueden tener interlocución con otras fuerzas, específicamente dentro de las filas blanquiazules. Pero en lo local, las cosas no se han dado tan tersas como en lo federal. Esta imposición resulta un duro golpe contra Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y su grupo. En diferentes momentos, dos integrantes de este grupo manifestaron su intención de contender por la Jefatura de Gobierno además de mostrarse apoyo mutuo, tal como se observa en la nota publicada por el periódico La Razón https://www.razon.com.mx/betanzos-rubalcava-se-destapan/

Otro integrante del grupo de Gutiérrez de la Torre, Fernando Mercado, actual Jefe Delegacional en La Magdalena Contreras dijo ayer en conferencia de prensa que Arriola debe dialogar con príistas locales si desea ser el abanderado para el gobierno de la Ciudad (http://media.jornada.com.mx/2017/12/07/capital/032n2cap). La postura de Mercado es simple y comprensible: Arriola no ha hecho su carrera política en la Ciudad, la ha hecho a nivel federal, por lo que, considera el Jefe Delegacional, debería sentarse con los actores príistas locales para generar una estrategia que resulte favorable, es decir, sentarse a la mesa y ponerse de acuerdo “Nosotros no somos el Frente, aquí no nos picamos los ojos” señaló Mercado. ¿Se consolidará Arriola como candidato? En muy pocas horas lo sabremos.

El PRD, el Partido del Sol Azteca, uno de los grandes protagonistas de la Ciudad no está por ello exento de espectáculo. Salomón Chertorivsky, Secretario de Desarrollo Económico, habría renunciado ayer a su cargo para buscar la candidatura. Esto informaron los medios de comunicación, sin embargo, pocos minutos después, el Secretario salió a desmentir su renuncia. En la política no hay causalidades ni errores. ¿Será acaso que si presentó su renuncia, la cual no fue admitida por el Jefe de Gobierno y que éste le haya ordenado que se mantenga alineado y no haga olas? Diría Luis Pérez, reportero de Excélsior, “en la política no hay sorpresas, hay sorprendidos”.

MORENA, aunque parezca ser el más calmado, con Claudia ya como su candidata, tendrá que esperar a ver qué sucede en los días venideros. Recordemos que la hoy ex Jefa Delegacional en Tlalpan no salió precisamente bien parada después del sismo del 19 de septiembre, pero, lo que verdaderamente me intriga del partido de Andrés Manuel es por qué Monreal, siendo tan orgulloso como es, se quedó ahí después del desaire, ¿será acaso que López Obrador le sabe algo tan turbio como para hacerlo tragarse su orgullo?

Por su parte el PAN en la ciudad no tiene un panorama tan claro. Se rumora que, en caso de que se culmine el rompimiento del Frente, los posibles abanderados serían la Senadora Mariana Gómez del Campo o el actual amo del Partido en la Ciudad, Jorge Romero, coordinador de la bancada azul en la Asamblea Legislativa. No veo que alguno de los dos tenga opciones, aunque también debemos de reconocer que el sismo sacudió la firmeza política de Romero. En la delegación Benito Juárez, muchos edificios construidos durante su administración resultaron severamente dañados, ¿será que el sismo también derrumbe su carrera política?

Definitivamente en nuestro país, la política es un espectáculo y estamos entrando al momento en que se decidirá quiénes se llevarán los Oscar a los mejores actores. Por lo pronto, sentémonos con nuestras palomitas y disfrutemos la función.

Twitter: @Benjamin_Muniz