martes, 28 de octubre de 2014

Me dueles México

¿Acaso soy utópico? ¿Acaso estamos condenados a ser esclavos de una red opresora que solo nos aprisiona y nos impide crecer? ¿Acaso tenemos que vivir en un mundo mediocre que no se preocupar por la justicia? ¿Es nuestro México un país al que no le importa su gente? ¿Nuestros mártires y héroes nacionales dieron su vida por esto en lo que nos hemos convertido? ¿Estarían conformes con lo que somos hoy? ¿Este problema es propio de México o de todo el mundo?
Esta semana leí el libro “First Born” de John Katzenbach. Este libro es especial. No es novela. No parte de un hecho real para crear desde ahí una historia inventada. No. Este libro toma un hecho real y lo narra paso a paso. Cuenta la historia del homicidio de un niño de 9 años y el embrollo legal que le sucedió. Mi opinión respecto a esta obra la reservo para un ulterior ensayo, sin embargo, retomo la impunidad, el vacío legal y el hoyo negro burocrático que en dicho libro se narra. Es un mundo en el que vivo a diario, en el que estoy inmerso y, lo peor de todo, al que ya me acostumbré. Y justamente eso es lo que más miedo me da.
Somos un verdadero Edén, los paisajes mexicanos son incomparables, tenemos una gran cantidad de recursos naturales, árboles frutales, cascadas, lagunas, océanos, montañas, volcanes. Tenemos una riqueza cultural e histórica como pocas. Somos personas cálidas, tenemos una gastronomía que ya la quisieran las llamadas “alta cocina”. Tenemos intelectuales, tenemos grandes escritores, grandes músicos. México tiene todo, lo único que no tiene son dos cosas: un gobierno y una clase política que entienda que el poder emana del pueblo y por lo tanto se debe a él y un pueblo que le demande y le exija a su gobierno el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales y legales. Me causa una impotencia indescriptible ver lo que pasa en mi país. Me duele ver cómo se pueden desaparecer un sinnúmero de personas y nadie hace nada, que funcionarios del gobierno de Guerrero, si, ese gobierno que se ha caracterizado por su desgobierno, todavía tienen el cinismo de renunciar para buscar contender en las próximas elecciones y lo peor del caso es que no me extrañaría ver que muchos de ellos ganen. Carajo, en verdad hay momentos en que me gustaría poder zangolotear a las personas, darles una bofetada y gritarles que despierten, que se den cuenta que nuestra cómplice pasividad es lo que le permite a un gobierno tirano teneros con la bota en el cuello, que solo nosotros podemos detener esto, pero en verdad, es frustrante que no hacemos nada, que cada que hay elecciones nos conformamos con recibir una despensa, un electrodoméstico, unos pesos y de ahí vivir mal y quejándonos hasta las siguientes elecciones en que se repite la ecuación.
Tomemos como ejemplo el caso del exsecretario de salud de Guerrero, Lázaro Mazón Alonso. Emana de un mal gobierno. Fue de los principales impulsores de la candidatura de José Luis Abarca Velázquez a la Presidencia Municipal de Iguala  y hoy se presenta como precandidato del recién constituido MORENA al Gobierno del Estado. Es una verdadera mentada de madre que el “partido del pueblo que no va a permitir ni tolerar la corrupción”, en su primera elección postule a quien apoyó la candidatura del que posteriormente fuera Presidente Municipal de Iguala, hoy prófugo de la justicia por ser autor intelectual, junto con su esposa y el grupo delincuencia Guerreros Unidos, de la desaparición y posible homicidio de los normalistas de Ayotzinapa. Lázaro Mazón se ha deslindado de Abarca, sin embargo los hechos son evidentes: el Presidente Municipal Suplente de Iguala, hoy en funciones, responde al nombre de Luis Raúl Mazón Alonso. Si, el hermano de Lázaro Mazón Alonso. El deslinde no sirve de nada si los hechos demuestran la cercanía entre ambos. Ya ni hablemos de la intervención de AMLO en la campaña del propio Abarca.
Perdón, pero es una falta de respeto que en medio de una de las crisis más severas del país, en medio de una crisis de institucionalidad tan profunda, en un embudo de inseguridad que ha costado muchas vidas, incluida la de un gran amigo, el Secretario General del PAN en Guerrero, Braulio Zaragoza, la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, las fosas clandestinas en el basurero municipal de Cocula, la balacera en la carretera federal Iguala-Chilpancingo donde resultaron muertos dos normalistas y un jugadores del equipo de futbol de tercera división “Los Avispones” todavía hayan funcionarios que han decidido renunciar para buscar nuevos cargos. Por Dios, trabajen, cumplan sus obligaciones, den la cara a la sociedad, limpien el desastre que han creado y solo después podrán pensar en buscar otros cargos. De otra manera esto se vuelve un total cinismo que me lleva a comprobar que la clase política busca el poder por el poder y no lo busca para atender las necesidades sociales, necesidades de las cuales hoy huyen.
Regreso al inicio de este texto. ¿Acaso soy utópico? Yo sí creo en verdad que el poder público, tal como lo establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, emana primordialmente del pueblo. Yo sí creo que el poder público debe ser utilizado para generar una mejor calidad de vida para la ciudadanía, para generar mejores condiciones de vida para las generaciones presentes y futuras. Si yo me afilié al Partido Acción Nacional fue precisamente porque creo en sus principios, porque creo que tenemos derecho real a una Patria ordenada y generosa y una vida mejor y más digna para todos. Me afilié al Partido Acción Nacional porque se constituyó sobre la base de una real libertad. Desgraciadamente, hoy hay muchos panistas que también le han dado la espalda a sus principios.
No recuerdo que se haya presentado la renuncia de un gobernador por una crisis. Recuerdo que en Estados Unidos sucedió, primero con Spiro T. Agnew y posteriormente con Richard Nixon en el escándalo de Watergate, sin embargo en México no recuerdo que haya sucedido hasta hoy que Ángel Aguirre, presionado por la sociedad, tuvo que renunciar a su cargo debido, en gran parte a la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa y la crisis tan severa que ya narré. La sociedad mexicana incluso pide ya la renuncia de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República, la destitución de Miguel Ángel Osorio Chong y de Jesús Murillo Karam a la Secretaría de Gobernación y la Procuraduría General de la República, respectivamente. La renuncia de Aguirre no resuelve nada de la crisis guerrerense, creo incluso que puede perjudicarla al hacer un monumento a la impunidad. Mejor que el señor acuda ante la justicia y se haga responsable de sus actos, o mejor dicho omisiones, al frente del gobierno estatal.
La crisis gubernamental y política es muy profunda. La desconfianza de la sociedad es latente y evidente. Las promesas ya no llenan al electorado. La indiferencia es lo más común actualmente. Ejemplificaré un poco: el pasado fin de semana estuve presente en una reunión con la militancia del Partido Acción Nacional en mi delegación. En dicha reunión, un expresidente del Comité Directivo Delegacional mencionó que la sociedad está harta de los actuales gobiernos, que muchos ciudadanos del Distrito Federal ya no quieren al Partido de la Revolución Democrática y que esto se ve incluso en los índices de aprobación tan bajos que actualmente tiene Miguel Ángel Mancera, pero que aun así la gente sigue votando por el partido del sol azteca y que el abstencionismo es impactante. Hice uso de la palabra. Yo respondí que ante este panorama en el PAN no habíamos sabido convencer a la ciudadanía de votar por nosotros, que no habíamos generado la conciencia en la ciudadanía que una despensa duraría 15 días, por mucho 3 semanas y que los malos gobiernos durarían, mínimo tres años. Mencioné también que el abstencionismo se vería disminuido en el momento en que fuera postulado un candidato real que verdaderamente quiera trabajar por la ciudadanía, que no intente manipularla con promesas atractivas pero inviables, sino que hable con la verdad, que prometa lo que se puede cumplir, que se comprometa de manera real a luchar, que no pierda de vista que su trabajo consiste en generar mejores condiciones para su electorado. Espero vivir para ver el día en que esto ocurra.
Creo que México es un gran país. Creo que nuestra Nación tiene demasiadas cosas buenas, demasiados recursos para crecer, pero creo también que el Padre Alejandro Solalinde tuvo razón en lo que le dijo a Carmen Aristegui en una entrevista sostenida el pasado 20 de octubre. Este gobierno es un peligro para el pueblo. Es necesario en carácter de urgente, que los tres órdenes de gobierno se unan para atacar las injusticias que sufre nuestra Patria. Es necesario que se solucionen ya estos conflictos y esto ya no depende del gobierno o de la sociedad, por el contrario dependen del gobierno Y de la sociedad.
En el libro “First Born” que ya mencioné, habla acerca del recurso que Carter Zeleznik, padre de la víctima, presenta ante la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos para atacar las resoluciones judiciales dictadas de manera local. En dicho recurso utilizó una frase que al leerla me marcó profundamente. Me permito terminar este texto con dicha frase: “El ciudadano no solo tiene el derecho de protestar en contra de la injusticia, sino la obligación de hacerlo”.

Benjamín Muñiz Álvarez Del Castillo
Twitter: @Benjamin_Muniz

lunes, 13 de octubre de 2014

Tenencia Responsable

Era la tarde lluviosa de un viernes. En las instalaciones de un tianguis una persona acompañada de su perrita compraba su mandado. De improviso apareció un hombre que paseaba cerca de 15 perros de talla grande, uno de los cuales vio a la perrita y la atacó. Como es de esperarse, el resto de la manada siguió su ejemplo. El resultado: la perrita falleció. Esta es una historia real que nos demuestra que una parte primordial de la protección animal es la tenencia responsable.
Este caso puede parecer intrascendente a las autoridades, sin embargo, no lo es. La ley le ha otorgado una mayor protección a los animales derivado de recientes reformas, tipificándose como delito el maltrato animal, específicamente en los artículos 350 Bis y 350 Ter del Código Penal para el Distrito Federal. Aunado a lo anterior, el pasado 8 de octubre fue publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal una reforma a estos dos artículos en las que se elimina la palabra “intencional” del tipo penal respectivo, lo que redunda en una mayor protección hacia los animales no humanos.
Si estas reformas legales no son suficientes para que las autoridades tomen cartas en el asunto en el caso ya mencionado porque consideran que los animales no merecen una atención especial, entonces utilicemos otro panorama que a los ojos de la sociedad y las autoridades pueda generar mayor conciencia: ese viernes aquellos perros victimaron a una perrita, si no se toman las medidas necesarias para evitar nuevas conductas de este estilo, mañana la víctima podrá ser un niño.
Resulta evidente, o por lo menos así debería ser, que una persona sola no puede controlar a 15 perros de talla grande, menos si éstos están enardecidos.
Desgraciadamente hay muchas personas que creen que está bien pasear a muchos perros al mismo tiempo, sin embargo, no se han dado cuenta que esto genera un riesgo enorme a la seguridad, no solo de las personas, sino también de los animales, tanto los que están siendo paseados en manada como los animales que éstos se encuentran en su camino, como sucedió en aquel tianguis.
Hace algunos meses, el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó un paquete de iniciativas encaminadas a brindar a los animales no humanos mayor protección. Entre este paquete de iniciativas, se encontraba la Ley para la Atención y Tenencia Responsable de Animales de Compañía en el Distrito Federal, misma que fue suscrita por Orlando Anaya García y Santiago Taboada Cortina, ambos Diputados del Partido Acción Nacional. En el cuerpo del proyecto de Ley, específicamente en la fracción VII del artículo 5, se estableció que los propietarios y poseedores de animales de compañía tienen la prohibición de sujetar a la vez a más de dos animales de compañía por la vía o espacios públicos. ¿Qué motivo a dichos legisladores a establecer esta prohibición? El motivo es muy simple. Como ya se ha dicho a lo largo de este documento, es imposible para una persona controlar a muchos perros, especialmente si se encuentran excitados, independientemente del riesgo sanitario al generarse atropellamiento de heces.
En el dictamen conjunto que presentaron las comisiones unidas de Preservación del Medio Ambiente, Protección Ecológica y Cambio Climático; de Salud y Asistencia Social, y de Administración Pública Local, relativo al referido paquete de iniciativas, fechado el 30 de abril de 2014, en su página 15 se puede observar que, de la exposición de motivos presentada por los Diputados Anaya y Taboada, se colige que se busca mejorar la calidad de vida de los animales de compañía a través de la tenencia responsable de los mismos mediante la educación de la población acerca de la tenencia responsable y el trato responsable hacia los animales de compañía.
Pero la tenencia responsable es mucho más que no pasear a más de dos animales de compañía al mismo tiempo, implica generar y mantener las condiciones necesarias para que la vida de las mascotas se desarrolle en plenitud, armoniosamente con su entorno, donde existan las condiciones de alimentación, higiene, cuidado, salud y esparcimiento adecuados. No debemos perder de vista que los animales, al final del día, también son seres vivos. Robustezco un poco este punto con la propia definición que de animal proporciona el último párrafo del artículo 350 Bis del Código Penal para el Distrito Federal, el cual reza al tenor literal siguiente:
Se entenderá para los efectos del presente título como animal, al organismo vivo, no humano, sensible, que no constituya plaga, que posee movilidad propia, y capacidad de respuesta a los estímulos del medio ambiente perteneciente a una especie domestica (sic) o silvestre. Los animales abandonados, o callejeros no serán considerados plaga.
Verdaderamente amé la parte final de este párrafo: Los animales abandonados o callejeros no serán considerados plaga, lo que implica que ellos gozan de la protección total y plena de la legislación animal vigente. Consecuentemente, cualquier persona que atente en contra de ellas, deberá responder ante las autoridades competentes.
Otro punto que me gustó mucho del proyecto de Ley para la Atención y Tenencia Responsable de Animales de Compañía en el Distrito Federal, propuesto por los Diputados Panistas Orlando Anaya y Santiago Taboada es precisamente el artículo 4 de dicho proyecto, específicamente la fracción II que establece que los propietarios y poseedores de animales de compañía tienen la obligación de dotar al animal de compañía de un espacio que le permita libertad de movimientos para expresar cómodamente sus comportamientos naturales de alimentación, descanso y cuidado corporal, incorporarse, echarse, darse la vuelta y estirar sus extremidades. La simple lectura de esta obligación podría creerse que se presta a interpretaciones privadas, sin embargo, la parte que más me gustó fue el segundo párrafo de la misma fracción II que establece lineamientos objetivos y medibles para garantizar que el animal de compañía goce de un espacio suficiente para satisfacer sus necesidades. Se estableció que el espacio mínimo por animal de compañía se calculará de la siguiente forma: la medida que cada ejemplar tiene de la punta de la nariz a la punta de la cola, se multiplicará por dos y se expresará en metros cuadrados, además que la altura del espacio deberá ser, como mínimo de 150 centímetros para animales de compañía menores de 10 kilogramos y 200 metros de altura para animales de compañía mayores a 10 kilogramos. Como se puede observar, en el proyecto propuesto se establecieron las medidas necesarias para garantizar que los animales de compañía gozaran de un espacio suficiente.
Por supuesto como toda ley, producto de la creación humana, ésta era perfectible, sin embargo generaba un gran avance en la tenencia responsable. Los legisladores tuvieron la visión necesaria para aprobarla en pro de los animales. Desgraciadamente, por recomendación de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales del Gobierno del Distrito Federal, encabezada por el Mtro. José Ramón Amieva Gálvez, esta ley no pudo ser promulgada y, por lo mismo nunca entrará en vigor. Es una lástima. Pugnemos ahora por impulsar una nueva Ley que mejore los puntos mejorables y refuerce los que son útiles.
Pero la tenencia responsable sigue siendo mucho más que esto. Para ejemplificar lo que verdaderamente es la tenencia responsable, me permito compartir la definición que fue aprobada por la Primera Reunión de expertos sobre tenencia responsable de mascotas y control de población, celebrada en Río de Janeiro del 1 al 3 de septiembre de 2003:
Condición bajo la cual el tutor de una mascota, acepta y se compromete a asumir una serie de deberes enfocados en la satisfacción de las necesidades físicas, psicológicas y ambientales de su mascota; así como la prevención de riesgos (potencial de agresión, transmisión de enfermedades o daños a terceros) que esta pueda generar a la comunidad o al medio ambiente, bajo el marco jurídico de la legislación pertinente.
Como se puede ver, ser verdaderamente un dueño o poseedor responsable implica muchas actividades que deben ser satisfechas. Socialmente la que considero que repercute mayor trascendencia es el manejo de las heces. Definitivamente como todo ser vivo que come, es evidente que los animales tienen que desechar lo que no es necesario para su organismo, lo que, al igual que los seres humanos, hacen a través de las heces y la orina. Por supuesto, las heces de los animales tienen bacterias. Por lo anterior, es necesario que el poseedor o propietario de los animales de compañía recoja las heces de los perros ya que éstas, al quedar a la intemperie, se secan si están al sol, lo que produce una especial de polvo que puede ser respirado por los seres humanos, generando enfermedades respiratorias y cuadros agudos de conjuntivitis.
En caso de que el clima sea lluvioso, el resultado no es muy diferente. El agua disuelve ciertas sustancias nocivas de las heces y éstas ingresan incluso a las tuberías de agua potable, lo que genera que el agua que los humanos utilizamos para asearnos, lavar trastes, cepillarnos los dientes e incluso cocinar, puede estar contaminada.
Para comprender un poco más a fondo el problema que genera el mal manejo de las heces, les dejo este dato. Si las heces de perro fueran fluorescentes, la Ciudad de México no necesitaría luz eléctrica. Evidentemente este problema se ha venido generando también por la gran cantidad de perros abandonados, pero tenemos que reconocer la labor que para esta meta han realizado dueños irresponsables que sacan a pasear a sus perros y no tienen si quiera la educación de recoger sus desechos.
Esto me lleva a otro punto muy importante. Un factor demasiado interesante en el tema de tenencia responsable, incluso el de mayor valía, es precisamente que los animales de compañía deben desarrollarse en un ambiente lleno de amor y de respeto. El animal siente alegría, miedo, tristeza, al igual que lo hacemos los seres humanos. Por esto, el ambiente en que se desarrollen influirá de manera trascendental en la conducta que éstos muestren. Si el animal, sea de la especie que sea, vive en un ambiente lleno de agresividad, por supuesto que su conducta será agresiva, por el contrario, si vive en un ambiente lleno de amor y respeto, su conducta será respetuosa y amorosa. Lo mismo pasa con los seres humanos, no hay gran diferencia. De ahí que se pueda asegurar, sin temor a equivocarnos, que no existen perros que sean malos, existen malos dueños.
Voy a ejemplificar un poco lo anterior. Debo reconocer que a pesar de mi amor por los perros, existía una raza en particular que me daba mucho miedo, en gran parte por el estereotipo que se creó de él: el pitbull. Mi miedo llegaba al grado que si yo veía a un pitbull dentro de una casa con reja, no pasaba frente a ella, prefería cambiarme de acera, sin embargo, durante un evento de disfraces para animales organizado por una amiga de la familia, llegó otra amiga acompañada de Max, un pitbull de color gris, ojos profundo y penetrantes y una fuerza física bastante imponente. He de confesar que cuando lo vi me quedé helado. En cuestión de segundos, Max corrió hacia mí y sufrí el ataque más brutal que he sufrido en mi vida. Brincó sobre mí, literalmente me llenó de besos y se puso a jugar conmigo. Jugamos, corrimos. Me divertí como pocas veces. Desde ese día comprobé que, por más que un perro sea catalogado como agresivo, si crece y se desarrolla en un entorno favorable, el resultado va a ser un perro sociable, no uno agresivo.
Quienes tenemos la dicha de tener animales de compañía, quienes trabajamos en su favor estamos convencidos que ellos se vuelven parte de la familia. Quienes gozamos de su compañía gozamos de la compañía de un hijo no humano, amor que ellos mismos se ganan a través de su fidelidad, su lealtad, la alegría con que nos reciben como si no nos hubieran visto en años, sus juegos e incluso, por qué no decirlo, sus travesuras. Considero que a un dueño que quiera cumplir por completo con la responsabilidad que conlleva su característica de dueño le puede servir mucho ver a su mascota como un miembro más de su familia, mismo que necesita alimentación adecuada, agua limpia para ingerir, amor, respeto, educación, límites, espacio para hacer sus actividades, tiempo para jugar y, por supuesto, las travesuras también son parte importante en su desarrollo. No puedo imaginar tener un perrito sin tener que regañarlo por rasgar el papel de baño, con la mirada de “quiéreme” que el regaño conlleva.
Existen dos puntos más que son de extrema importancia: la adopción y la esterilización. Para entender bien el punto de la adopción, me permito citar un dato proporcionado el día de hoy por el DVM Fredy Alberto Manrique López, oriundo de Colombia, en el Foro Internacional sobre Bienestar en Animales de Compañía, organizado por la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal. El Dr. Manrique comentó que en México existen actualmente 23 millones de caninos y felinos en México, de los cuales 18 millones son caninos y 5 millones felinos. Lo más grave de esto es que, según cifras, solamente el 30% de estos animales tienen un hogar, lo que nos posiciona en 1 lugar de animales en situación de calle en América Latina. Tan solo en el Distrito Federal, existen 4 millones de caninos, lo que nos da como resultado la existencia de 1 perro por cada 7 habitantes. Dicho de manera más dura: actualmente hay más perros y gatos en el D.F. que niños. Evidentemente, un número tan alto de animales en situación de calle implica que los mismos orinan y defecan en la vía pública, lo que nos regresa al punto que ya toqué anteriormente. Por este punto resulta también de vital importancia la esterilización de mascotas. Supongamos que una persona tiene un perrito, decide cruzarlo, y regala los cachorros. No sabemos si los adquirientes verdaderamente se van a hacer responsables de ellos, lo que podría conllevar a que éstos sean abandonados. Aunado a lo anterior, resulta también de gran importancia el hecho debido a que de esta manera podríamos evitar que se sigan procreando más animales en situación de calle. Como se puede observar, la esterilización y la adopción son temas que revisten gran importancia en el tema de la tenencia responsable.
Tener una mascota no es cosa fácil, se requieren demasiados cuidados, demasiadas atenciones, incluso desvelos. Afortunadamente hay muchos animalitos que gozan de este privilegio, que se deleitan en el hecho de tener una familia, de tener comida todos los días, agua, compañeros con quienes jugar, correr. De recibir caricias, apapachos, de poder resguardarse del clima. Desgraciadamente, este panorama no lo pueden disfrutar todos los animalitos. Existen muchos, demasiados, que tienen que luchar por encontrar alimento, que tienen que buscar refugio de un clima inclemente, que sufren agresión de peatones, que muchas veces tienen que dar a luz junto a camiones. Cachorros que ven a su madre ser atropellada y permanecen a su lado, sin comer, hasta que el cuerpo se hincha de tal manera que está a punto de explotar. Animales con los que nadie juega, a los que nadie cuida. Animalitos que viven día a día un infierno. Nosotros podemos hacer algo para ayudarlos, la solución o parte de ella está en nuestras manos. Brindémosles la oportunidad de tener un hogar, una familia. Adoptemos a alguno de esos ángeles sin alas que hoy deambulan sin rumbo ni dirección. El sacrificio de animales no es una solución, la adopción si lo es. Recordemos la frase de Mahatma Gandhi: “La grandeza de una nación y su progreso moral pueden medirse en la forma en que tratan a los animales”.

Benjamín Muñiz Álvarez Del Castillo

Twitter: @Benjamin_Muniz

jueves, 2 de octubre de 2014

Protección animal y seguridad pública

Jeffrey Dahmer, Theodore Bundy, Edmund Kemper, Albert De Salvo. Estas personas tienen algo en común además de ser algunos de los homicidas seriales más prolíficos de la historia: los 4 iniciaron sus carreras delictivas cometiendo actos de crueldad animal.
De acuerdo con las cifras oficiales, 6% de la población mundial se encuentra concentrada en Norteamérica, sin embargo, el 75% de los homicidas seriales radican en Estados Unidos. Es una cifra bastante alarmante, incluso, es gracias a Ted Bundy a quien se le debe el término homicida serial.
Aunado a lo anterior, estudios recientes han demostrado la existencia de 3 factores comunes en la mayoría de los homicidios seriales: la piromanía, la incontinencia, especialmente nocturna, y la crueldad animal. Estos factores son conocidos como la Tríada Fatídica o Tríada Homicida. Algunos homicidas seriales presentan algún factor de la Tríada, algunos presentan los tres, sin embargo, el más común es la crueldad animal, factor que ha sido encontrado en 98% de los homicidas seriales.
Me podrían preguntar ¿y eso a nosotros en que nos afecta si en México no tenemos el problema de homicidas seriales? La respuesta es muy simple. Es muy cierto que en México no tenemos un grave problema de homicidas seriales, de hecho se cree que en nuestro territorio solo han existido aproximadamente 7, entre los que destacan Gregorio Cárdenas Hernández, Juana Barraza Samperio e Higinio Sobera de la Flor, sin embargo, en nuestro país tenemos otros problemas de la misma índole: homicidas, violadores, sicarios. Al igual que en los homicidas seriales, se ha demostrado que el 98% de los delincuentes condenados por la comisión de delitos violentos, han cometido actos de crueldad contra los animales.
¿Cuál es la importancia de tener en mente estos datos? La respuesta es muy sencilla y para ella me permito citar al Dr. Luis Rodríguez Manzanera, quien nos dice que en muchas ocasiones los incipientes delincuentes utilizan la crueldad en contra de los animales como sustitutivo del objeto real de su agresión (RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis, “Criminalidad de Menores. Cuarta Edición”, Editorial Porrúa, México, 2004, p. 112). Esto resulta preocupante porque llegará un momento en que dicho sustitutivo no será suficiente para satisfacer los impulsos del agresor por lo que buscará escalar en su nivel agresivo para saciar sus impulsos. Cuando esto sucede, generalmente las víctimas comienzan a ser víctimas humanas, dando nacimiento así a la delincuencia propiamente dicha.
Como ya lo he dicho, el factor de la Tríada Fatídica que con mayor frecuencia se presenta es precisamente la crueldad animal, constituyendo ésta el foco rojo más importante en la temprana detección de posibles futuros delincuentes, sin embargo, los legisladores no han querido atender este problema en específico. Desgraciadamente la visión de muchas personas que integran nuestros órganos de gobierno es demasiado corta, creen que la lucha en contra de la crueldad animal se da únicamente por cuestiones sentimentales, porque queremos a los perros o a los gatos pero sin que esto tenga una consecuencia social seria. Desgraciadamente no hay nada más alejado de la realidad que esto.
Debemos tener en cuenta otro factor importante: la denominada pirámide del crimen. ¿Qué es la pirámide del crimen? Simple. Es un factor que demuestra como los delitos más graves iniciaron con delitos de menor gravedad, muchas veces incluso inician con faltas administrativas y no delitos propiamente dichos. Es importante no perder de vista esta realidad. Como ya dije antes, la crueldad animal tiene una mayor presencia en jóvenes debido al hecho que encuentran en los animales sustitutivos del objeto real de su agresión, sin embargo, contrario a lo que muchas personas pueden creer, la crueldad animal no comienza con perros o gatos, sino que muchas veces empiezan con animales más pequeños, como pueden ser los insectos. Una vez que los insectos dejan de ser suficientes para desfogar su agresividad, migran a especias de mayor tamaño, principalmente perros y/o gatos. Es en este momento cuando este factor se convierte en un foco rojo visible.
Siguiendo la pirámide del crimen, cuando el maltrato hacia los animales no satisface a los agresores, éstos escalan agrediendo a seres humanos que consideren indefensos o inferiores. En esta etapa se pueden observar maltrato hacia niños, compañeros, gente con alguna discapacidad. Ante este hecho me pregunto, ¿podríamos considerar el bullying como un foco rojo de una posible carrera criminal en ciernes? La respuesta se las dejo a ustedes.
¿Qué podemos hacer entonces ante este panorama? Creo honestamente que la respuesta es sencilla, solamente que los encargados de generar políticas públicas no se han visto interesados en entrarle al tema por considerarlo un tema menor.
Si verdaderamente existieran políticas públicas que previnieran el maltrato animal y sancionaran los casos que lleguen a existir, se podrían generar planes de tratamiento terapéutico, ya sea psicológico, psiquiátrico o, incluso, ocupacional, según se requiera, que permita al agresor canalizar de manera sana y útil su agresividad.
Supongamos que se establezca a nivel nacional el maltrato en contra de los animales como un delito punible. No creo honestamente que la solución sería recluir a los agresores en centros penitenciarios, al contrario, creo que sería contraproducente por las cuestiones que he comentado en diversas publicaciones anteriores, sin embargo, si considero que debería establecerse una sanción pecuniaria fuerte, trabajo en favor de la comunidad y, sobre todo terapias para garantizar que el delincuente supere y canalice de mejor manera su agresión y no escale al grado de agredir y maltratar también a seres humanos. Como se puede ver, el tema de protección animal es también, y de manera primordial, un tema de seguridad pública.
Otro punto muy importante, y creo que voy a generar mucha polémica en este tema, es el impulso que el gobierno le da a la tortura animal. Antes de entrar de lleno a este tema quiero aclarar que hay conductas y actividades al no ser contenidas son indirectamente premiadas.
Los domingos, en el inmueble ubicado en la colonia Noche Buena, desfilan estoicamente aquellos hombres ataviados con sus trajes de luces (nótese el sarcasmo). ¿El motivo? Derramar, de manera artera y alevosa, la sangre de seres inocentes e indefensos, cuyo único delito es precisamente, ser toros.
Pero, ¿cuál es el problema? Solo se derrama sangre, un tejido fluido que circula por los capilares, venas y arterias de todos los vertebrados e invertebrados, y que tiene un color rojo característico debido a la presencia del pigmento hemogobínico contenido en los eritrocitos. Sin embargo, la sangre es mucho más que lo manifestado en su definición científica. La sangre es el tesoro de todos los seres vivos, es por donde corre nuestra propia vida. Entonces, ¿por qué derramar la sangre sin motivo?
A finales del siglo XVIII se instauró en España las corridas de toros tal como las conocemos. Como todos sabemos, estas corridas terminan, después de tres tercios, con la muerte del toro, salvo casos excepcionales en que, ya sea el juez de plaza o el torero, conceden el indulto al animal, claro, después de haberlo sometido a una tortura inimaginable.
Para tener una idea de la crueldad de la llamada Fiesta Brava, recordemos un poco quienes participan en ella y cuáles son sus funciones:
ü  Torero: Es la figura central de la lidia. Se le conoce como torero (a pie) o rejoneador (a caballo). Es el encargado de realizar la faena y dar muerte el toro.
ü  Picador: Es la persona que, montada a caballo, utiliza una vara larga con una punta metálica, llamada puya, para castigar al toro y producir desgarramiento de los tejidos ubicados en la cruz del toro, para evitar que el animal envista levantando la cabeza.
ü  Banderilleros: Actúan en el segundo tercio de la corrida y se encargan de colocar el par de banderillas sobre el lomo del toro.
ü  Mozo de espadas: Colabora directamente con el torero y es el encargado de ayudar al cambio de muletas, capotes y espadas.
Como ya lo mencioné, la corrida de toros consta de tres partes, siendo éstas las siguientes:
ü  Tercio de varas: Durante el tercio de varas el matador torea con el capote y el toro recibe una serie de puyazos en el morrillo (zona abultada entre la nuca y el lomo del toro) por parte del picador. El objetivo de estos puyazos es medir la bravura del toro y su disposición a la embestida, además de dosificar la fuerza del toro para facilitar la posterior labor del matador.
ü  Tercio de banderillas: Durante este tercio los banderilleros clavan sobre el lomo del toro unos adornos llamados comúnmente banderillas o rehiletes (instrumentos consistentes en una vara de madera adornado con flecos de papel de colores con un arpón en la punta). La función de dichos instrumentos es avivar al animal tras el tercio de varas, por el movimiento de las mismas. De ahí el término, menos conocido, de avivadores. Claro, el motivo real, es seguir mermando la fuerza física del toro. No me imagino a mí poder embestir con un arpón dentro de mi cuerpo, que con cada movimiento que realizó me va desgarrando por dentro. Es una barbarie.
ü  Tercio de muerte: Como su propio nombre lo dice, es el tercio donde tiene lugar el enfrentamiento (si se le puede llamar así) entre el torero y el toro. El matador realiza la faena y la suerte de muleta, y posteriormente le da muerte con el estoque.
Una vez que el matador ha demostrado su “maestría” con el toro, quien para este punto está prácticamente muerto, se prepara para terminar el trabajo, para matarlo, siendo este el momento culminante de la lidia. El matador se asegura de que la posición del toro sea la ideal para la estocada, se acerca a él, se estira por encima de los cuernos y le clava el estoque entre los omóplatos. La estocada perfecta perfora la aorta, sin embargo, muchas veces los toros mueren ahogados en virtud de que los pulmones se llenan de sangre.
Como se puede observar, la llamada fiesta brava es un monumento a la cobardía y a la crueldad. Los toreros jamás realizan la lidia en igualdad de circunstancias. El toro siempre se encuentra mermado para cuando el torero, haciendo uso de su galantería y valentía, se enfrenta a la muerte ante una bestia de 6 toneladas. Nada más falso que esto. Si el torero se enfrentara a la muerte como tanto dicen, si el torero tuviera que lidiar con una bestia de 6 toneladas, si el torero fuera tan valiente, lo haría con el toro en óptimas condiciones, pero no, no existe el valor para hacerlo.
La fiesta brava solamente tiene como objetivo derramar la sangre de un animal (6 de hecho, incluso 8 en las corridas mixtas de toreros y rejoneadores) para entretener a la ciudadanía. Muy similar a lo que sucedía en los tiempos del Imperio Romano cuando los gladiadores eran lanzados a la arena para luchar contra leones.
El artículo 10 de la Declaración Universal de los Derechos de los Animales establece que ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre y que cualquier exhibición de animales y los espectáculos que se sirven de animales, son incompatibles con la dignidad humana.
El hombre jamás duda que es, por mandato divino, señor de los animales y ha hecho uso excesivo de esa atribución. Si el lector cree en la teoría creacionista, estará de acuerdo conmigo que si Dios ordeno al hombre que señoreara sobre los animales era únicamente con la finalidad de cuidarlos y velar por ellos. Desgraciadamente no lo hacemos y no solamente no lo hacemos, sino que hacemos todo lo contrario. Tenemos cada domingo un espectáculo que se aprovecha de la tortura animal, que únicamente genera heridas a un toro inocente par posteriormente matarlo. El caso del indulto no es mucho mejor, porque para cuando llega el momento de concederlo, el animal ya ha sido clavado y banderillado. Sus heridas son profundas y, en caso de sobrevivir, su existencia se verá sumamente mermada. Eso es no tener corazón.
No entiendo, en verdad no entiendo porque el ser humano tiene que sentirse superior a los animales a través del maltrato, del derramamiento de sangre, de la impiedad. En verdad me pregunto ¿qué pasaría si los animales fueran los que tuvieran el control, cómo nos tratarían? Pienso yo que, en la medida en que nosotros tratemos a los animales como nos gustaría que ellos, en caso de que así fuera, nos trataran a nosotros, la violencia en contra de los animales se vería sumamente mermada.
En verdad requerimos dejar a un lado los intereses pecuniarios y comenzar a luchar por los derechos de los animales quienes son seres vivos, que también sienten, que también piensan, que también tienen derecho a vivir.
Creo conveniente transcribir el inciso b) del artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, con la esperanza que su lectura nos haga reaccionar:
“Artículo 14
a)…
b) Los derechos del animal deben ser defendidos por la ley, como lo son los derechos del hombre.”
No podemos esperar que las autoridades hagan algo en contra de la crueldad animal si se han encargado de proteger un evento dedicado exclusivamente a este flagelo, generando en la sociedad la idea que la crueldad en contra de los animales es algo habitual. Es necesario que abramos los ojos, que reaccionemos y que entendamos que los animales, como cualquier ser vivo, sienten. Cuando entendamos eso deberíamos tener el valor civil y moral de actuar en consecuencia.

Benjamín Muñiz Alvarez Del Castillo
Twitter: @Benjamin_Muniz