No había escrito en este blog desde agosto de 2019.
Hace casi 3 años fue mi última entrada. Por supuesto que en ese lapso
muchísimas cosas han cambiado; el ambiente político de México se ha
radicalizado, la división en nuestro país impera como nunca antes, pero para
efectos de volver a sentarme a escribir estas líneas, el motivo es muy simple:
la frustración, impotencia y enojo que estoy sintiendo.
Para nadie es secreto que México lleva ya demasiados
años sumergido en una vorágine de violencia en todos los aspectos posibles
pero, sobre todo, se ha vuelto muy visible la violencia en razón de género. Hoy
es justo esa violencia que me lleva a escribir de nueva cuenta.
¿En qué clase de país estamos viviendo? ¿Hasta cuándo
terminará la violencia? ¿Cuándo será el día en que las autoridades, realmente,
hagan su trabajo?
El día de ayer fue encontrado el cuerpo sin vida de
una mujer, abandonado en una cisterna de 4 metros de profundidad, en las
inmediaciones de los lugares donde, en reiteradas ocasiones, se había llevado a
cabo la búsqueda de Debanhi Escobar. Encontraron este cuerpo 13 días después de
la desaparición de la joven de apenas 18 años. Aun cuando falta que las
autoridades se expresen de manera oficial, utilizando los medios
correspondientes para confirmar si se trata o no de Debanhi, su padre ya
confirmó que el cuerpo encontrado si es el de su hija.
Durante los 13 días de búsqueda, las autoridades de
Nuevo León encontraron 5 cuerpos más. 5 CUERPOS MÁS!!!! Definitivamente vivimos
en un país que no tiene el menor respeto por la vida de las mujeres. Vivimos en
un país en que es peligroso ser mujer, en el que las autoridades no hacen lo
que les corresponde hacer, en que los feminicidios siguen a la alza y nadie es
capaz de detener esta inercia (o nadie quiere hacerlo).
La Fiscalía de Nuevo León ya había buscado en las
inmediaciones del Motel Nueva Castillo; ‘por qué, entonces, no encontraron su
cuerpo antes? Esto nos pone a pensar, ¿en verdad hacen su trabajo o simplemente
pierden el tiempo disque trabajando?
No conocía a Debanhi, antes de su desaparición ni
siquiera había oído hablar de ella, pero hoy tengo el corazón triste, por ella,
por una joven que tenía toda su vida por delante y alguien se la arrancó
amparado en la impunidad prevaleciente. Tengo el corazón triste por todas esas
mujeres que han sido asesinadas en un México feminicida, en un México que no
tiene autoridades capaces para detener esta violencia, en un México cuyas
autoridades dividen y humillan, en lugar de buscar unir y sanar; en un México
donde la procuración de justicia no es prioridad, donde sus Fiscalías, tanto
las locales como la Federal, no hacen bien su trabajo.
Estoy triste, no lo puedo negar y, por supuesto,
también estoy preocupado. Ya no hay un rango de edad específico en las víctimas
de feminicidio. Hoy cualquier mujer está en riesgo. Tengo madre, esposa,
hermana, sobrina, muchas primas, amigas, compañeras. ¿Qué seguridad tienen
ellas? ¿Su único delito es haber nacido mujeres? ¿Así de jodido está nuestro
país?
Con estas interrogantes, con todas las noticias que
vemos día a día, con la ineptitud y corrupción existentes, sí, hay veces en que
me da vergüenza decir que este es mi país, que ésta es su gente. Hay momentos
en que me cuesta creer que somos más los buenos; las cifras parecen indicar lo
contrario. Recuerdo que hace muchos años había un anuncio de Bimbo con una
canción interpretada por Pedro Fernández. La letra decía “Este es mi país y esta
mi gente, gente buena que trabaja, que lucha y que siente”. Hoy,
desgraciadamente, veo que no, no somos gente buena.
Este es el México en el que vivimos: un México donde
las autoridades están más preocupadas por pelear entre ellas, por atacarse en
lugar de dar los resultados que, como autoridades están obligados a dar. El
partido oficialista y los partidos de oposición están enfrascados en señalarse
los unos a los otros como traidores, pero, ¿y los resultados?
La seguridad en México ha sido una tarea pendiente en
las últimas administraciones. Esto no se trata de fobias ni filias. El
gobierno, emanado desde el partido que sea, ha quedad corto en cumplir su
obligación de garantizar a los mexicanos, específicamente a las mexicanas, la
seguridad que merecen. Una muestra: en lo que va del año, han desaparecido más
de 70 mujeres.
Solo tengo una última pregunta: el caso de Debanhi
fue demasiado mediático. Durante su búsqueda se encontraron 5 cuerpos sin vida,
pero, dejando de lado esta publicidad, ¿cuántos cuerpos más existen de los que
no tenemos conocimiento?
Twitter: @Benjamin_Muniz
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