lunes, 10 de agosto de 2015

Punto y coma

En estos últimos meses ha llamado mi atención un movimiento muy particular: personas que deciden tatuarse un punto y coma. Con la curiosidad que me caracteriza, decidí investigar el motivo de esta conducta tan peculiar y esto fue lo que aprendí: el Proyecto Punto y Coma (Project Semicolon en inglés) pretende hacer llegar su mensaje a través de tatuarse este signo de puntuación  para representar la esperanza y el amor a aquellos que luchan contra la depresión, las adicciones, se autolesionan o tienen intenciones suicidas. Este proyecto fue iniciado por Amy Bleul quien perdió a su padre cuando éste se suicidó. Amy explicó que utiliza este signo de puntuación porque “un punto y coma se utiliza cuando un autor podría haber optado por terminar su frase, pero optó por no hacerlo. La oración es la vida y el autor eres tú“.
El tema del cuicidio en sí mismo es bastante complejo y bastante polémico. Muchas personas consideran que terminar con la vida propia antés de hacer frente a las circunstancias que rodean a la persona puede considerarse como un acto de cobardía, hay quienes sostienen que no lo es, que es el grado máximo de decisión que puede tomar un ser humano. Hay que recordar que, cuando los cementerios eran administrados por la Iglesia, las personas que se suicidaban no podían se enterrados en ellos. El Proyecto Punto y Coma, considero, es un gran proyecto que puede inyectar esperanza a las personas que la han perdido y pueden ayudar a muchos necesitados a salir adelante, pero hay que ver más allá, el Proyecto Punto y Coma puede no ser utilizado para aquellos que quieren terminar con su vida, sino también para aquellos que se quieren rendir en la lucha por alcanzar metas de ciertos proyectos. La oración, en este caso, podría ser un proyecto.
Creo yo que todos los seres humanos tenemos algún proyecto que queremos llevar a cabo, proyectos que pueden llevarnos a invertir tiempo, estudio, dinero, ideas, sacrificar amistades, familia. Llevar a buen puerto un proyecto no es algo fácil y muchas personas, ante las complejidades que conlleva deciden abandonarlo, le ponen punto final a aquello por lo que de antaño lucharon.
He de decir, con toda honestidad, que yo he pasado por esto muchas veces. He creído que es mejor jugar a la segura que arriesgar lo poco o mucho que se tiene por un proyecto que puede o no puede materializarse. En algunos momentos he llegado hasta el fin con mis proyectos y algunos no han salido avantes y cuando se presenta una nueva oportunidad de luchar por algo propio pueden regresar las sombras de la derrota para intentar desalentarnos. El miedo es algo común en el ser humano, es un sentimiento demasiado útil, el problema es que muchas veces, en lugar de llevarnos a estar más atentos y ser más cuidadosos de los detalles, nos dejamos controlar por él y nos congelamos incapaces de continuar nuestra marcha. Pero el gran reto está, en verdad, en salir de ese estado de inactividad y seguir adelante, a pesar del miedo que podamos tener.
Tengo que reconocer que cuando comencé a escribir este blog ya hace 3 años lo hice con una intención solamente: poder generar conciencia para sembrar una semilla que pudiera cambiar las mentalidades de las personas que tuvieran la oportunidad de leer mis textos. Estoy convencido que los grandes cambios empiezan con pequeñas acciones y ésta fue la manera en que yo quise emprender mi pequeña acción. Toda mi vida he buscado el bien común, he buscado lo mejor para mi país y me he movido, o por lo menos lo he intentado, buscando las mejores acciones y los mejores medios para este fin. Fue por ello que, al cumplir 18 años, me afilié al Partido Acción Nacional en 2006, ¿por qué al PAN? Porque coincido con sus ideales, con su doctrina y porque creo que es el mejor partido político de México. Estoy seguro que como Partido hemos pasado momentos de crisis muy fuertes y que podríamos volver a ser lo que eramos antes, por supuesto, pero aún así creo en su agenda política.
Inicié mi trayecto político y la redacción de estos artículos con el fin único y exclusivo de trabajar por mejorar mi sociedad, mi entorno, porque me duele lo que sucede en México, porque me duele que 2 personas que salieron huyendo de Veracruz por amenazas provenientes del gobierno local hayan aparecido arteramente asesinados en las calles de la colonia Narvarte en la Ciudad de México, porque me indigna que haya 43 estudiantes desaparecidos, me lastima que hayan habido tantas personas asesinadas en la Plaza de Tlatelolco aquel ya lejano 2 de octubre de 1968, ver que el dólar nos está enterrando, que las políticas económicas no han hecho más que fomentar la pobreza, en pocas palabras, porque me duele México y creo que tenemos todo para ser un país punta de lanza en todos los aspectos, pero hay algo que me duele más, ver que hay muchas personas que están tan cómodas con el status quo. Ver que hay personas que alzan la voz, que se quejan de lo que está sucediendo pero que, llegado el momento de sostener sus palabras con acciones no hacen nada. El ejemplo más claro lo tenemos con lo que ocurrió el pasado 7 de junio en las elecciones federales: Enrique Peña Nieto llegó con unos niveles de aceptación verdaderamente bajos, sin embargo la gente terminó votando nuevamente por el PRI y este partido obtuvo la mayoría en la Cámara de Diputados. Afortunadamente no todo es tan malo: en mi delegación todo mundo nos quejabamos del mal gobierno delegacional a cargo del Partido del Sol Azteca, afortunadamente aquí si logramos respaldar con acciones nuestras quejas y, aunque no ganó el PAN como me hubiera encantado, por lo menos el PRD no estará otros tres años sentado en la Jefatura Delegacional.
La campaña política que tuve el privilegio de coordinar fue una de las experiencias mas enriquecedoras de mi vida. Pude aprender muchas cosas, conocí verdades que antes me había negado a ver y me dio una sensibilidad que antes no poseía ya que pase de saber de las necesidades a verlas en primera persona (esto lo plasmé en un artículo previo que titule “Nuevos Ojos“ el que publiqué el 15 de junio de este año y que es consultable en el siguiente link: http://pormejoresmexicanos.blogspot.mx/2015/06/nuevos-ojos.html), pero también me dejo un amargo sabor de boca, me dolió ver que no importa muchas veces lo que se trabaje, lo que se intente hacer por las personas, que se les haga ver que ellas tienen el poder sobre el gobierno y no al revés, muchas veces deciden seguir en lo mismo. Se les explicó miles de veces que los programas sociales no se terminarían y muchas personas, por miedo a perderlos, decidieron volver a votar por el partido que ha sumió a la delegación en un abismo de desesperanza. Me di cuenta también que cuando estás en la política muchas personas se acercan a ti y te ofrecen su apoyo incondicional pero únicamente porque buscan obtener un beneficio, muchas veces idebido a expensas de las personas que estamos trabajando. Conocí la traición de líderes sociales en esta delegación, incluso de personas ajenas a la política que, simplemente por el hecho de darse a notar, no tuvieron empacho en levantar falsos que pusieron en entredicho la integridad tanto de mi esposa como mia. Pocas cosas son tan desgastantes como eso, tener que ver estrategias para convencer al electorado y además tener que lidiar con traiciones y golpes provenientes de donde uno nunca hubiera esperado. Esto me llevó a tomar una decisión muy dura, sobre todo para alguien que ha sacrificado mucho por la política. Tomé la decisión de no querer saber más de elecciones, partidos políticos ni nada por el estilo y recordé las palabras de uno de mis más grandes amigos que contendió en 2012 como candidato a diputado local y que nos dijo que cuando terminó su campaña no quería saber nada de política. Creo que muchos hemos pasado por eso. Proyectos hay, planes se están construyendo, pero llegó el momento en que yo ya no me sentía bien, me sentía inútil, me sentía rebasado, incluso escribir estos artículos me comenzó a costar un trabajo inmenso que antes no me costaba. En especial los últimos dos fueron difíciles. Había decidido dejar todo atrás.
¿Qué pasó entonces? Dos personas me ayudaron a dejar detrás esta actitud y retomar mi escencia en querer luchar por mejorar mi entorno, una de ellas sin saberlo, y no puedo hacer más que agradecerles públicamente y desde el fondo de mi corazón que tuvieron las palabras exactas para regresarme al camino. La primera de ellas por supuesto que sabía lo que estaba pasando y llegó el momento en que me dijo, con lágrimas en los ojos, que no podía dejar que me derrotara, que no entendí como había dado tanto por lo que me gustaba y ahora estaba derrotado y que ella no permitiría que yo siguiera cayendo. Esa persona sabe de lo que habla porque fue una de las que más sufrió los sacrificios que he hecho y a pesar de todo siguió a mi lado y me ha apoyado en mis proyectos, y fue quien me invitó a coordinar su campaña electoral: mi esposa. A pesar de la verdad que guardaban todas las palabras que me dijo yo seguía dudando hasta que llegó la segunda persona quien, sin saberlo, me dio el último empujón para dejar el pasado en el pasado y seguir luchando por un mejor futuro.
Hace una semana exactamente tuve la oportunidad de reunirme con uno de los que fueron mis maestros en la Universidad. Uno de aquellos Maestros que no se conforman con enseñar los temas propios de su cátedra, sino que su esneñanza va más allá buscando cultivar no solamente buenos abogados, sino buenos seres humanos. Este Maestro me enseñó Derecho Penal, fue muy estricto conmigo en la oratoria y en la lectura en público, me ayudo a perfeccionar mi redacción y escritura y en él encontré alguien que compartía las mismas inquietudes que yo buscando mejorar nuestro entorno. Me reuní con mi Maestro el pasado lunes a petición suya. El motivo de la reunión fue para que buscaramos la manera de iniciar un estilo de movimiento que pudiera generar conciencia en la ciudadanía y que pudieramos ver que lo que tanto hemos querido se llegue a materializar. “Te busco a ti“ –me dijo- “porque conozco tu interés por mejorar nuestro entorno y por tu inquietud“ (no sé por qué no es la primera persona que me dice inquieto). Ver que uno de los mejores maestros que he tenido en mi vida reconoce mi esfuerzo en lo que he hecho y que quiera que conjuntar esfuerzos para obtener resultados fue el último empujón que necesite para retomar mis actividades. Todos hemos sufrido fracasos, Walt Disney, Michael Jordan, Albert Einsten, pero hay una frase de Manuel J. Clouthier que viene mucho al caso: “Solo está derrotado aquel que ha dejado de luchar“. Yo no voy a dejar de luchar y si en mi lucha caigo 100 veces, entonces me levantaré 101. No tengo más que palabras de agradecimiento para muchas personas, sobre todo para estas dos que, incluso sin saberlo, fueron un factor decisivo para seguir luchando. Había decidido terminar mi oración social, y ahora decido no hacerlo. El Proyecto Punto y Coma también resulta aplicable a proyectos, sobre todo cuando son proyectos de vida.

Benjamín Muñiz Álvarez Del Castillo

Twitter: @Benjamin_Muniz

domingo, 2 de agosto de 2015

Yo soy el océano

Los seres humanos estamos dotados de un nivel de inteligencia que nos permite conocer a fondo (si así no los proponemos) las necesidades que nos rodean, podemos hacer planes y estrategias para cumplir metas y objetivos, podemos mejorar nuestras condiciones de vida. Nos jactamos incluso de ser los únicos seres con capacidad de pensar y razonar (punto de visa que honestamente yo no comparto). En pocas palabras, somos los amos y señores del mundo y hay incluso quienes dicen que tenemos esa potestad por mandato divino, basándose en Génesis 1:27-28, que dicen:
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los benijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Estoy de acuerdo que de acuerdo con el versículo 28 del capítulo 1 del Génesis Dios nos dio a los seres humanos la orden de señorear sobre los animales pero vuelvo a lo mismo que he preguntado en diversos escritos, ¿qué implica señorear? Señorear implica tener autoridad, liderazgo, pero sobre todo, implica tener la responsabilidad de cuidar, de velar. El señorear o gobernar es, en verdad, la muestra máxima de servicio. Gobernar y señorear no quiere decir (o por lo menos no debería ser así) que los gobernados están a tus órdenes, al contrario, el que gobierna está al servicio de los gobernados y, en el caso de la naturaleza, los seres humanos hemos sido lo suficientemente imprudentes para creer que éste está a nuestro servicio y que podemos hacer con él lo que nos venga en gana. Honestamente creo que este es el peor error que como raza podemos cometer.
El ser humano debe comprender la importancia que tiene el medio ambiente, pero sobre todo, que lo que hagamos con él inexorablemente tendrá consecuencias en nosotros. Hace algunos días vi un vídeo que verdaderamente llamó mi atención y que se titula “Yo soy el océano“ y el cual se puede ver en https://www.youtube.com/watch?v=o6L6tdcJ5Fw. Después de ver este vídeo me puse a pensar qué es lo que hemos hecho en materia de medio ambiente y cuál es la postura que los seres humanos mantememos frente a nuestra naturaleza. Desgraciadamente las respuestas no son alentadoras. Las políticas públicas en materia de protección al ambiente son prácticamente inexistentes y las pocas que han sido ejecutadas son insuficientes y esto solo es reflejo de lo que los seres humanos concideramos como bienes de mayor valía. Los seres humanos estamos empeñados en conseguir riquezas sin importar qué es lo que tiene que hacer para conseguirla ni a quién tiene que dañar. Si queremos riquezas necesitamos oro, plata, piedras preciosas, minerales, petróleo y todo eso sale de la naturaleza. Si queremos generar mayore ingresos económicos necesitamos fábricas e industria, eso es innegable, lo malo es que éstas no tienen un adecuado manejo de los desechos y simplemente se deshacen de ellos de la manera que les resulte más económica sin importar si a través de esto generan mayor contaminación. No son pocos los casos en que se botan los desechos en ríos y mares.
Otro tema de gran importancia es el crecimiento de la población. Desde el año 1200 hasta 1800 el crecimiento poblacional fue constante sin embargo, a partir de 1900 la población creció exponencialmente y sin control, como se puede observar en la siguiente gráfica:

Si analizamos la manera desproporcionada en que ha crecido la población, resulta lógico que para atender las necesidades se requiere una mayor cantidad de materias primas que son extraídas directamente del medio ambiente. Además de esto, también es una realidad que se requiere mayor espacio para albergar a los seres humanos, por lo que se ha presentado un crecimiento demográfico sin precedentes en que se han invadido áreas naturales muchas veces protegidas. Aunado a lo anterior, al existir un mayor número de seres humanos, hay un mayor consumo de energía, lo que genera mayores emisiones de CO2 a la atmósfera, redundando en un incremento en la temperatura mundial, tal como se puede observar en esta gráfica:
Lo que más tristeza me da es que los seres humanos no medimos las consecuencias de nuestras acciones. Créemos que por el hecho que nuestro planeta está compuesto en tres cuartas partes por agua, ésta nunca va a faltar. Créemos que no importa cuanto contaminemos, el mundo siempre se va a arreglar, pero seamos francos y analicemos datos duros: junto con el crecimiento exponencial de la humanidad han crecido de igual manera los desastres naturales, para muestra unos ejemplos: en las decadas de 1950-1959 hubo 3 grandes incendios en América, mismo número que se presentaron en la década de los 60´s. En la década de los 70´s aumentó a 5 el número de grandes incendios, en la década de los 80´s se duplicó para llegar a 10. El mayor incremento de grandes incendios en América se presentó en la década de los 90´s con 48 siniestros. Creo que todos sabemos que los grandes incendios obedecen a la sequía y al calor, entonces podemos colegir que mientrás más avanzan los años, más alta es la temperatura, pero las consecuencias de las acciones de los seres humanos no solamente han generado un planeta más caliente y seco, sino que un planeta de extremos. Así como las sequías han aumentado, paradójicamente también las inundaciones como se puede observar en esta gráfica:
En pocas palabras, los seres humanos no hemos entendido una verdad absoluta y que es plasmada sin lugar a dudas en el vídeo “Yo soy el océano“ cuando dicen textualmente: “Si la naturaleza no se conserva saludable, los humanos no sobrevivirán. Así de simple“. Los gobiernos se han preocupado demasiado en cuestiones de seguridad pública, de comercio exterior, de generar riquezas, pero se han preocupado muy poco del medio ambiente. Hace algunos años, cuando trabajé en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, al ver el catálogo de delitos de alto impacto que estaba por aprobarse por el Consejo Nacional de Seguridad Pública le comenté a un compañero que me preocupaba sobre manera que no se incluyeran los delitos ambientales y que si no poníamos atención a este tema llegaría un momento en que se cumpliría la meta de cero delitos y no porque las políticas sean las adecuadas, sino porque estabamos caminando hacia nuestra propia extinción. Hace ya 4 años de eso y el tema medioambiental no solo sigue igual, está peor. Sobre este tema publiqué, el 8 de septiembre 2014, mi opinión la cual puede ser consultada en la liga https://www.youtube.com/watch?v=nFTB_iUWOxo.
Es urgente que los seres humanos asumamos nuestra responsabilidad frente al medio ambiente, es imprescindible que entendamos que nuestras acciones tienen consecuencias frente al medio ambiente y que lo que le ocurra a nuestro entorno indudablemente nos afectará, que vivimos en una relación simbiótica (aunque a veces parecemos parástiso, por más que nos duela aceptarlo). Su existiera un organismo que hiciera tanto daño como lo hacemos los seres humanos, lo catalogarían como virus mortal, sería considerado una pandemia y se generarías acciones globales para su control o erradicación, pero como somos nosotros los que estamos haciendo este daño pues mejor ahí la dejamos, ¿no? Si no respetamos nuestro entorno, en el fondo tampoco nos respetamos a nosotros. Crezcamos, por supuesto que si, es una de las metas de la humanidad, pero no lo hagamos a expensas del medio ambiente. Busquemos la manera de progresar y cuidar al mismo tiempo nuestro planeta. Tengamos en mente la realidad de la frase con la que concluye el vídeo “Yo soy el océano“ y vivamos con ello en mente: “La naturaleza no necesita a las personas, las personas necesitan a la naturaleza“.

Benjamín Muñiz Álvarez Del Castillo

Twitter: @Benjamin_Muniz