En estos últimos
meses ha llamado mi atención un movimiento muy particular: personas que deciden
tatuarse un punto y coma. Con la curiosidad que me caracteriza, decidí
investigar el motivo de esta conducta tan peculiar y esto fue lo que aprendí:
el Proyecto Punto y Coma (Project Semicolon en inglés) pretende hacer llegar su
mensaje a través de tatuarse este signo de puntuación para representar la esperanza y el amor a
aquellos que luchan contra la depresión, las adicciones, se autolesionan o
tienen intenciones suicidas. Este proyecto fue iniciado por Amy Bleul quien
perdió a su padre cuando éste se suicidó. Amy explicó que utiliza este signo de
puntuación porque “un punto y coma se
utiliza cuando un autor podría haber optado por terminar su frase, pero optó
por no hacerlo. La oración es la vida y el autor eres tú“.
El tema del
cuicidio en sí mismo es bastante complejo y bastante polémico. Muchas personas
consideran que terminar con la vida propia antés de hacer frente a las
circunstancias que rodean a la persona puede considerarse como un acto de
cobardía, hay quienes sostienen que no lo es, que es el grado máximo de
decisión que puede tomar un ser humano. Hay que recordar que, cuando los
cementerios eran administrados por la Iglesia, las personas que se suicidaban
no podían se enterrados en ellos. El Proyecto Punto y Coma, considero, es un
gran proyecto que puede inyectar esperanza a las personas que la han perdido y
pueden ayudar a muchos necesitados a salir adelante, pero hay que ver más allá,
el Proyecto Punto y Coma puede no ser utilizado para aquellos que quieren
terminar con su vida, sino también para aquellos que se quieren rendir en la
lucha por alcanzar metas de ciertos proyectos. La oración, en este caso, podría
ser un proyecto.
Creo yo que todos
los seres humanos tenemos algún proyecto que queremos llevar a cabo, proyectos
que pueden llevarnos a invertir tiempo, estudio, dinero, ideas, sacrificar
amistades, familia. Llevar a buen puerto un proyecto no es algo fácil y muchas
personas, ante las complejidades que conlleva deciden abandonarlo, le ponen
punto final a aquello por lo que de antaño lucharon.
He de decir, con
toda honestidad, que yo he pasado por esto muchas veces. He creído que es mejor
jugar a la segura que arriesgar lo poco o mucho que se tiene por un proyecto
que puede o no puede materializarse. En algunos momentos he llegado hasta el
fin con mis proyectos y algunos no han salido avantes y cuando se presenta una
nueva oportunidad de luchar por algo propio pueden regresar las sombras de la
derrota para intentar desalentarnos. El miedo es algo común en el ser humano, es
un sentimiento demasiado útil, el problema es que muchas veces, en lugar de
llevarnos a estar más atentos y ser más cuidadosos de los detalles, nos dejamos
controlar por él y nos congelamos incapaces de continuar nuestra marcha. Pero
el gran reto está, en verdad, en salir de ese estado de inactividad y seguir
adelante, a pesar del miedo que podamos tener.
Tengo que
reconocer que cuando comencé a escribir este blog ya hace 3 años lo hice con
una intención solamente: poder generar conciencia para sembrar una semilla que
pudiera cambiar las mentalidades de las personas que tuvieran la oportunidad de
leer mis textos. Estoy convencido que los grandes cambios empiezan con pequeñas
acciones y ésta fue la manera en que yo quise emprender mi pequeña acción. Toda
mi vida he buscado el bien común, he buscado lo mejor para mi país y me he
movido, o por lo menos lo he intentado, buscando las mejores acciones y los
mejores medios para este fin. Fue por ello que, al cumplir 18 años, me afilié
al Partido Acción Nacional en 2006, ¿por qué al PAN? Porque coincido con sus
ideales, con su doctrina y porque creo que es el mejor partido político de
México. Estoy seguro que como Partido hemos pasado momentos de crisis muy
fuertes y que podríamos volver a ser lo que eramos antes, por supuesto, pero
aún así creo en su agenda política.
Inicié mi
trayecto político y la redacción de estos artículos con el fin único y
exclusivo de trabajar por mejorar mi sociedad, mi entorno, porque me duele lo
que sucede en México, porque me duele que 2 personas que salieron huyendo de
Veracruz por amenazas provenientes del gobierno local hayan aparecido
arteramente asesinados en las calles de la colonia Narvarte en la Ciudad de
México, porque me indigna que haya 43 estudiantes desaparecidos, me lastima que
hayan habido tantas personas asesinadas en la Plaza de Tlatelolco aquel ya
lejano 2 de octubre de 1968, ver que el dólar nos está enterrando, que las
políticas económicas no han hecho más que fomentar la pobreza, en pocas
palabras, porque me duele México y creo que tenemos todo para ser un país punta
de lanza en todos los aspectos, pero hay algo que me duele más, ver que hay
muchas personas que están tan cómodas con el status quo. Ver que hay personas que alzan la voz, que se quejan de
lo que está sucediendo pero que, llegado el momento de sostener sus palabras
con acciones no hacen nada. El ejemplo más claro lo tenemos con lo que ocurrió
el pasado 7 de junio en las elecciones federales: Enrique Peña Nieto llegó con
unos niveles de aceptación verdaderamente bajos, sin embargo la gente terminó
votando nuevamente por el PRI y este partido obtuvo la mayoría en la Cámara de
Diputados. Afortunadamente no todo es tan malo: en mi delegación todo mundo nos
quejabamos del mal gobierno delegacional a cargo del Partido del Sol Azteca,
afortunadamente aquí si logramos respaldar con acciones nuestras quejas y,
aunque no ganó el PAN como me hubiera encantado, por lo menos el PRD no estará
otros tres años sentado en la Jefatura Delegacional.
La campaña
política que tuve el privilegio de coordinar fue una de las experiencias mas
enriquecedoras de mi vida. Pude aprender muchas cosas, conocí verdades que
antes me había negado a ver y me dio una sensibilidad que antes no poseía ya
que pase de saber de las necesidades a verlas en primera persona (esto lo
plasmé en un artículo previo que titule “Nuevos
Ojos“ el que publiqué el 15 de junio de este año y que es consultable en el
siguiente link: http://pormejoresmexicanos.blogspot.mx/2015/06/nuevos-ojos.html),
pero también me dejo un amargo sabor de boca, me dolió ver que no importa
muchas veces lo que se trabaje, lo que se intente hacer por las personas, que
se les haga ver que ellas tienen el poder sobre el gobierno y no al revés,
muchas veces deciden seguir en lo mismo. Se les explicó miles de veces que los
programas sociales no se terminarían y muchas personas, por miedo a perderlos,
decidieron volver a votar por el partido que ha sumió a la delegación en un
abismo de desesperanza. Me di cuenta también que cuando estás en la política
muchas personas se acercan a ti y te ofrecen su apoyo incondicional pero
únicamente porque buscan obtener un beneficio, muchas veces idebido a expensas
de las personas que estamos trabajando. Conocí la traición de líderes sociales
en esta delegación, incluso de personas ajenas a la política que, simplemente
por el hecho de darse a notar, no tuvieron empacho en levantar falsos que
pusieron en entredicho la integridad tanto de mi esposa como mia. Pocas cosas
son tan desgastantes como eso, tener que ver estrategias para convencer al
electorado y además tener que lidiar con traiciones y golpes provenientes de
donde uno nunca hubiera esperado. Esto me llevó a tomar una decisión muy dura,
sobre todo para alguien que ha sacrificado mucho por la política. Tomé la
decisión de no querer saber más de elecciones, partidos políticos ni nada por
el estilo y recordé las palabras de uno de mis más grandes amigos que contendió
en 2012 como candidato a diputado local y que nos dijo que cuando terminó su
campaña no quería saber nada de política. Creo que muchos hemos pasado por eso.
Proyectos hay, planes se están construyendo, pero llegó el momento en que yo ya
no me sentía bien, me sentía inútil, me sentía rebasado, incluso escribir estos
artículos me comenzó a costar un trabajo inmenso que antes no me costaba. En
especial los últimos dos fueron difíciles. Había decidido dejar todo atrás.
¿Qué pasó
entonces? Dos personas me ayudaron a dejar detrás esta actitud y retomar mi
escencia en querer luchar por mejorar mi entorno, una de ellas sin saberlo, y
no puedo hacer más que agradecerles públicamente y desde el fondo de mi corazón
que tuvieron las palabras exactas para regresarme al camino. La primera de
ellas por supuesto que sabía lo que estaba pasando y llegó el momento en que me
dijo, con lágrimas en los ojos, que no podía dejar que me derrotara, que no
entendí como había dado tanto por lo que me gustaba y ahora estaba derrotado y
que ella no permitiría que yo siguiera cayendo. Esa persona sabe de lo que
habla porque fue una de las que más sufrió los sacrificios que he hecho y a
pesar de todo siguió a mi lado y me ha apoyado en mis proyectos, y fue quien me
invitó a coordinar su campaña electoral: mi esposa. A pesar de la verdad que
guardaban todas las palabras que me dijo yo seguía dudando hasta que llegó la
segunda persona quien, sin saberlo, me dio el último empujón para dejar el
pasado en el pasado y seguir luchando por un mejor futuro.
Hace una semana
exactamente tuve la oportunidad de reunirme con uno de los que fueron mis
maestros en la Universidad. Uno de aquellos Maestros que no se conforman con
enseñar los temas propios de su cátedra, sino que su esneñanza va más allá
buscando cultivar no solamente buenos abogados, sino buenos seres humanos. Este
Maestro me enseñó Derecho Penal, fue muy estricto conmigo en la oratoria y en
la lectura en público, me ayudo a perfeccionar mi redacción y escritura y en él
encontré alguien que compartía las mismas inquietudes que yo buscando mejorar
nuestro entorno. Me reuní con mi Maestro el pasado lunes a petición suya. El
motivo de la reunión fue para que buscaramos la manera de iniciar un estilo de
movimiento que pudiera generar conciencia en la ciudadanía y que pudieramos ver
que lo que tanto hemos querido se llegue a materializar. “Te busco a ti“ –me
dijo- “porque conozco tu interés por mejorar nuestro entorno y por tu inquietud“
(no sé por qué no es la primera persona que me dice inquieto). Ver que uno de
los mejores maestros que he tenido en mi vida reconoce mi esfuerzo en lo que he
hecho y que quiera que conjuntar esfuerzos para obtener resultados fue el
último empujón que necesite para retomar mis actividades. Todos hemos sufrido
fracasos, Walt Disney, Michael Jordan, Albert Einsten, pero hay una frase de
Manuel J. Clouthier que viene mucho al caso: “Solo está derrotado aquel que ha dejado de luchar“. Yo no voy a
dejar de luchar y si en mi lucha caigo 100 veces, entonces me levantaré 101. No
tengo más que palabras de agradecimiento para muchas personas, sobre todo para
estas dos que, incluso sin saberlo, fueron un factor decisivo para seguir
luchando. Había decidido terminar mi oración social, y ahora decido no hacerlo.
El Proyecto Punto y Coma también resulta aplicable a proyectos, sobre todo
cuando son proyectos de vida.
Benjamín Muñiz Álvarez Del Castillo
Twitter: @Benjamin_Muniz