El 16 de diciembre de 2013, el Presidente y Secretario General del
Comité Directivo Delegacional del Partido Acción Nacional en Magdalena
Contreras emitieron la convocatoria para que los militantes del Partido en
dicha delegación acudieran a la Asamblea Delegacional a efecto de elegir las
propuestas delegacionales para integrar el Consejo Nacional del PAN. Dicha
Asamblea se llevó a cabo el pasado 15 de febrero.
En conjunto con la convocatoria, se expidieron las normas
complementarias a efecto de regular el desarrollo de la referida asamblea. En
dichas normas complementarias, atendiendo a lo establecido por el artículo 19
del Reglamento de Órganos Estatales y Municipales del Partido Acción Nacional,
se estableció que de las propuestas votadas por los delegados numerarios, 50%
tendría que ser del sexo masculino y 50% del sexo femenino, en atención a las
acciones afirmativas que en materia de equidad de género se han venido
implementando en el Partido. En caso de no cumplir con dicha estipulación, el
voto emitido por el militante sería considerado nulo.
Independientemente de la crítica que algunas personas puedan hacer
respecto a que esta manera de definir la votación atenta contra el principio de
libertad del sufragio, el establecer cuotas de género dentro de los órganos
internos del Partido, así como en la selección de sus candidatos entraña todo
un reto: garantizar el registro de un número tal de personas, tanto del sexo
femenino como masculino para cumplir con dicha cuota.
Utilicemos un ejemplo práctico: en el año 2015 se llevarán a cabo
elecciones federales con la finalidad de renovar la Cámara de Diputados.
Utilizando únicamente el número de diputados de mayoría relativa, el Partido
postulará 300 candidatos. No solamente eso, en el Distrito Federal también se
renovará la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, se requerirán 40
candidatos (nuevamente, contando únicamente los que serán electos por el
principio de mayoría relativa). También en el Distrito Federal se renovarán las
16 Jefaturas Delegacionales: otros 16 candidatos.
De los números señalados en el párrafo anterior podemos ver que, con la
finalidad de cubrir únicamente las candidaturas para renovar a los 300
diputados federales de mayoría relativa, los 40 diputados de la Asamblea
Legislativa del Distrito Federal, así como las 16 Jefaturas Delegacionales de
esta Ciudad Capital, el Partido Acción
Nacional necesitará postular 356 candidatos. Recordemos que solamente estamos
hablando de la Cámara de Diputados y la renovación de la Asamblea Legislativa y
Jefaturas Delegacionales del Distrito Federal. No se están tomando en cuenta
aquellos estados que también renuevan sus legislaturas locales, que renuevan
gubernaturas o ayuntamientos. Solo considerando Cámara de Diputados y Distrito
Federal, sin contar a los plurinominales, el Partido deberá garantizar que, al
menor 178 mujeres se postulen para contender a cargos de elección pública.
Regresemos a lo que sucedió el fin de semana pasado en la Asamblea
Delegacional de La Magdalena Contreras: los militantes tuvimos derecho a votar
por 2 candidatos a integrar el Consejo Nacional. De esos 2 candidatos, se debió
votar por una mujer y por un hombre. Se registraron 4 aspirantes: 3 hombres y
una mujer. La Diputada Federal Flor Pedraza, la única mujer registrada para
contender por una candidatura al Consejo Nacional por La Magdalena Contreras
obtuvo la victoria en automático. En caso de que algún militante no hubiera votado
por ella, su sufragio hubiera sido declarado nulo de conformidad con las normas
complementarias ya referidas.
El primer punto de reflexión que encuentro es el siguiente: ¿si hubiera
habido un militante en La Magdalena Contreras que no hubiera deseado votar por
la Diputada Flor Pedraza? En la realidad sucedió. Sin embargo, el argumento de
la persona que manifestó su inconformidad podría ser fácilmente declarado
infundado ya que en su momento tuvo la oportunidad de impugnar la convocatoria
y sus normas complementarias. Pero independientemente de que exista o no una
impugnación, el obligar a la militancia a votar por una persona en específico,
ya no por un género, ¿no resulta violatorio de la libertad del sufragio de la
que gozamos constitucionalmente? A contrario sensu, ¿la Diputada Flor Pedraza,
en el caso que sirve de ejemplo, es la culpable de que no se haya registrado
ninguna otra mujer para contender por la candidatura? ¿La Diputada Pedraza debe
pagar por la falta de mujeres registradas? Creo que en el fondo la discusión es
muy interesante. Existe, desde mi punto de vista, el choque de dos derechos: el
derecho del militante a votar por quien elija y el derecho de la candidata a
ser votada al no haber más propuestas. ¿Cuál pesa más? Sería interesante ver
que podría resolver al respecto nuestro Máximo Tribunal Electoral.
Ahora bien, independientemente de la reflexión del párrafo que antecede,
lo que verdaderamente me llama la atención es la problemática que ésta reflejó,
es decir, la falta de registro femenino para cumplir la cuota de género
establecida. Y en este punto vuelvo a lo que ya mencioné anteriormente, 2015
será un año con muchas elecciones, ¿qué va a hacer el Partido Acción Nacional
para garantizar que el 50% de las candidaturas sean ocupadas por mujeres?
La respuesta, por supuesto, se antoja complicada. Creo que, sobre todo
en el ámbito político, hemos creado una idiosincrasia muy arraigada en el
sentido que solo los hombres tenemos la capacidad de hacer política. Para
muestra un botón, tal vez no del ámbito político pero si de un ámbito de
ejercicio de autoridad. Desde pequeño mi papá me comentaba que mi abuelo,
abogado y ex funcionario del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal
siempre decía que las mujeres, al ser muy viscerales, no deberían ser jueces. Consideraba
mi abuelo que los cambios de ánimo y humor de las mujeres podría afectar el
sentido de su fallo. Pocas veces, por lo que al Derecho se refiere, he estado
en desacuerdo con mi abuelo. Esta es una de ellas. Tengo la fortuna de conocer
juezas y magistradas de gran responsabilidad y gran conocimiento. Por el
contrario, conozco jueces y magistrados que son mucho más volubles que muchas
mujeres y he visto como hay resoluciones que se ven afectadas por el humor en
que se encuentre el Juez al momento de dictarla.
Por supuesto estoy convencido que las mujeres tienen toda la capacidad
para conducir acciones de mando, ejercer puestos de autoridad. En el Partido
tenemos prueba fiel de ello. Tenemos liderazgos femeninos de gran calado. El
caso de Elena Álvarez de Vicencio es uno de ellos. Ejemplo viviente del poder
de las mujeres panistas, Elenita ha luchado incansablemente por la democracia,
desde cualquier trinchera en la que haya tenido que verse involucrada. Desde
legisladora hasta como funcionaria partidista. Otro ejemplo, la Secretaria
General del Comité Ejecutivo Nacional, Cecilia Romero, la única persona que ha
ejercido dicho cargo en dos ocasiones. Fue también Diputada Federal y Senadora
de la República.
Creo fielmente que en gran medida la necesidad de impulsar acciones
afirmativas a favor de la equidad de género es un tema que viene de mucho
tiempo atrás. Recordemos que México a la mujer se le impedía ejercer el derecho
al voto. Por supuesto que el derecho a ser electa para un cargo de elección
popular era verdaderamente considerado como una locura inalcanzable.
Afortunadamente, las cosas han ido cambiando, las mujeres han conseguido
ejercer el voto, han conseguido ser electas. El 17 de octubre de 1953 se
publicaron en el Diario Oficial de la Federación las reformas a los artículos
34 y 11 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Dicha
reforma otorgó a las mujeres el derecho a votar y ser votadas, tanto en
elecciones federales, estatales y municipales.
Casi 3 años después, el 4 de julio de 1954, Aurora Jiménez de Palacios
fue electa como la primera diputada federal. En 1964, 10 años después, el
Partido Acción Nacional tuvo a su primera diputada federal: Florentina
Villalobos Chaparro, por Parral, Chihuahua. En 1994 existieron dos candidatas a
la Presidencia de la República. Ninguna de ellas obtuvo un gran número de
votos. En 2012, por primera vez, uno de los llamados partidos grandes de
México, postuló a una mujer con posibilidades reales de ser electa Presidenta
de la República. La candidata, todos lo sabemos fue Josefina Vázquez Mota,
postulada por el Partido Acción Nacional.
Como se puede observar, no ha habido una real participación femenina en
la política mexicana. Falta mucho por hacer, habrá que ver de qué manera el Partido
Acción Nacional garantiza la paridad en las candidaturas. Por el bien del
Partido, de las mujeres y de la democracia espero que esta meta por demás
loable se vea reflejada en la realidad y que podamos tener en 2015 un record de
mujeres ocupando puestos públicos.
Benjamín Muñiz Álvarez Del Castillo
Twitter: @Benjamin_Muniz