miércoles, 3 de febrero de 2016

¿Qué nos enseñó Colima?

El pasado 17 de enero se llevaron a cabo las elecciones extraordinarias para Gobernador del estado de Colima. Como todos sabemos, el ganador de dicha contienda fue el príista Ignacio Peralta seguido por el panista Jorge Luis Preciado. Hay que recordar que estas elecciones extraordinarias se dieron después de que el PAN lograra comprobar ante las autoridades jurisdiccionales electorales la intromisión del gobierno de Colima en las elecciones ordinarias, lo que generó que éstas fueran nulas, pero, después del resultado electoral del 17 de enero, ¿qué enseñanzas nos deja Colima?
En primer lugar, es necesario mencionar que después de una lucha por la legalidad, el PAN logró acreditar las causas de nulidad lo que generó una elección extraordinaria. En esta elección, y tomando en cuenta que el PAN había perdido solamente por 500 votos, decidió apostar por lo seguro y repitió a su candidato, Jorge Luis Preciado. Ese fue un grave error del PAN, ¿por qué? Porque no hubo congruencia entre los principios que postula el PAN y que por lo mismo debería vivir su candidato con lo que en verdad vive. Cuando se filtró el audio en que se da a conocer que Preciado tiene un amorío con la mejor amiga de su hija, le afectó en sus aspiraciones. Recordemos que el PAN es un partido tradicionalista que pugna por el bienestar de la familia y Preciado tenía una amante. No muy de acuerdo con los principios que dice seguir. Grave, pero esto no fue lo más grave, lo que verdaderamente resultó lapidario fue el audio en el que le exige a la misma joven que se practique un aborto. Preciado, el abanderado de un partido conservador que se ha pronunciado abiertamente en contra del aborto, al igual que lo hizo el propio Preciado, le estaba exigiendo a su amante abortar y aquí el golpe que recibió fue por cuestión de principios. Seamos francos, si el que hubiera exigido el aborto fuera de izquierda, no le hubiera pegado tanto porque es precisamente la izquierda quien ha luchado por su legalización, pero en este caso el aborto lo exigió el acérrimo defensor de la vida humana desde el momento de la concepción. Los principios se hablan, no se practican, por lo menos eso es lo que parece evidenciar la conducta de Preciado. Y aquí cabe aclarar algo: no tengo absolutamente nada en contra de Jorge Luis, al contrario, recuerdo que durante mi trayectoria laboral por el CEN, coincidí en muchas ocasiones con él y teníamos una relación bastante cordial, pero la congruencia, a pesar que haya quienes digan lo contrario, es importante al momento de postularse por un cargo público. El resultado está a la vista: de haber perdido las ordinarias por 500 votos, perdió las extraordinarias por 10,168 votos.
La segunda enseñanza que nos dejó Colima y creo yo que es la más importante, es la fragilidad que mostró la izquierda. El representante de esta corriente que obtuvo mayor porcentaje de votación, alcanzó apenas un 12% y, contrario a lo que se podría pensar, no fue Morena ni fue el PRD, fue Leoncio Alfonso Morán Sánchez, abanderado del Partido Movimiento Ciudadano. El PRD y Morena, que se jactan de tener la mayor fuerza entre las izquierdas, perdieron el registro estatal por no juntar el 3% de la votación requerido por la ley. Es más, si juntamos el porcentaje de votación de ambos, aún así habrían perdido el registro ya que Martha María Zepeda del Toro, abanderada del PRD, obtuvo 1.8725% de la votación efectiva, mientras que José Francisco Gallardo Rodríguez de Morena obtuvo solamente 0.8176% de la votación, que si los sumamos, únicamente alcanzan 2.6901%. Tan grave está la situación que el número de votos nulos es el doble de los votos que obtuvo Morena. ¿En dónde veo yo el problema? Muy simple, en las aspiraciones presidenciales de ambos partidos.
Si vemos la población de Colima, no será difícil percatarnos que en verdad no tiene un gran peso en el momento de una elección presidencial, es decir, la cantidad de votos que se emiten en dicha entidad pueden no ser trascendentales, o por lo menos eso es lo que muchos de los grandes doctos de la política opinan, cuestión en la que yo no estoy de acuerdo porque en una democracia como en la que vivimos cada voto cuenta. Pero suponiendo sin conceder que Colima no represente un gran problema a la hora de enfrentar una elección presidencial, no debemos tampoco perder de vista que ningún Presidente ha sido abanderado de un Partido que no tenga registro ante algún estado. Tanto el PRI como el PAN, además de mantener sus registros como partidos políticos nacionales, también lo conservan como partidos políticos locales en toda la República Mexicana.
Otro tema importante. La fragilidad de la preferencia electoral hacia el PRD y Morena pueden ser un indicativo que ninguno de los dos partidos es en verdad tan fuerte como lo presumen. Cuando vi los resultados no pude evitar preguntarme ¿qué opina el Sr. López de la aplastante derrota de su partido? ¿le dará la importancia que en verdad tiene o lo tomará como un hecho aislado? ¿obtener menos de un punto porcentual de votación es consecuencia de malas elecciones o es simplemente otro acto de corrupción orquestado por la mafia del poder? Honestamente considero que el Sr. López debe hacer un ejercicio de autocrítica y darse cuenta que Morena no tiene el poder que él dice. Estoy consciente que en la Ciudad de México tiene un gran poder que ha hecho temblar a las demás fuerzas políticas pero, ¿esto le basta para satisfacer sus aspiraciones presidenciales?
Si tomamos los resultados de Colima como un indicador del escenario político actual, el panorama es mucho más complejo de lo que originalmente se podía creer. Nuestro país se encuentra dividido en regiones donde cierto partido político tiene predominancia, lo que genera una gran polarización en la votación. Esto implica que para que un partido tenga opciones serias de ganar la elección presidencial requiere no solamente mantener sus votos duros, sino que debe buscar acrecentar la votación en sus bastiones a través de la obtención de un mayor número de votación fluctuante, pero lograr esto no le garantizará tampoco ganar la elección, por el contrario, tiene que acercarse a la zona de voto fluctuante de los bastiones de otros partidos para lograr arrebatarle votos. No es un sistema fácil y menos si se toma en consideración que aún en los bastiones, los partidos políticos han perdido gran número de votos (también en parte porque cada día menos ciudadanos creen en los partidos políticos). Como ejemplo tenemos a Jalisco, que por mucho tiempo fue bastión panista y hoy es gobernado por el PRI, lo mismo que al parecer puede ocurrir en Veracruz, entidad que el PRI puede perder en las elecciones de junio de este año. En el D.F. (hoy Ciudad de México), uno de los principales bastiones del PRD, las elecciones de 2015 resultaron bastante perjudiciales para el Sol Azteca. El PAN retuvo Benito Juárez y recuperó Miguel Hidalgo, el PRI logro retener Cuajimalpa, recuperó Milpa Alta, y ganó por primera vez La Magdalena Contreras (que siempre había sido gobernada por el PRD). Además de estas delegaciones, el PRD perdió ante Morena Cuauhtémoc, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac y Azcapotzalco, lo que dejó al PRD solamente con 6 delegaciones, además de perder la mayoría en la Asamblea Legislativa. Este panorama deja ver también que la contienda por el Distrito Federal será mucho más reñida que nunca: en Morena puede haber una división fuerte al momento de abanderar un candidato. Recordemos que son tres personas que buscan tal candidatura: Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum, Jefes Delegacionales de Cuauhtémoc y Tlalpan, respectivamente, así como el Presidente del Comité del Distrito Federal, Martí Batres. Por el PAN quien más se apuntala para esta candidatura es el coordinador de los legisladores blanquiazules en la Asamblea Legislativa, Jorge Romero Herrera. Por el PRI creo que Rosario Robles intentó operar para conseguir su postulación, aunque creo que Fernando Mercado, Jefe Delegacional de La Magdalena Contreras ha hecho méritos para obtenerla. En el PRD hasta el momento no veo un prospecto claro.
Como pueden ver, Colima nos enseñó muchas cosas y hoy más que nunca me queda claro que en política como en el baseball, esto no se acaba hasta que se acaba.

Benjamín Muñiz Álvarez Del Castillo

Twitter: @Benjamin_Muniz